CATIII la clasificación que marcó un género

CATIII

Hoy de nuevo, queremos contaros un poco más sobre géneros cinematográficos asiáticos, y aunque el post de hoy no define ningún género, hace tiempo que debíamos de haber contado una cosa como ésta. Muchas veces os hemos hablado de que alguna película era considerada un gran exponente de la CAT III y la mayoría de vosotros tendréis muy claro de qué estamos hablando; sin embargo, los que nos lean casualmente o sólo por curiosidad, se preguntarán qué es eso.

 

CATIIIComo hemos dicho, la CAT III no es ningún género en sí, si no tan sólo una clasificación de películas por edades según su contenido, algo parecido al NC17 de USA o al +18 de España y países latinos; el sistema de clasificación se impuso en Hong Kong en 1988 para todas las películas (tanto nacionales como internacionales) y constaba de los siguientes niveles: Nivel I (para todas las edades); Nivel II (no apropiado para niños), este nivel se ha sustituido recientemente por: Nivel II-A (No apropiado por niños) y Nivel II-B (no apropiado para jóvenes ni niños); Nivel III (sólo permitido  para 18 años o más); cada nivel va acompañado de un logo identificativo para que sea más fácil recordarlo y no haya confusiones.

 

CATIII
Ebola syndrome

Antes de 1988 no había ningún tipo de sistema, pero fue a raíz de A better tomorrow de John Woo que se vio que algunas películas eran excesivamente violentas como para ser vistas por cualquier persona, pero no lo suficiente como para clasificarlas X; así, cualquier película con un contenido explícito en violencia o sexo sería clasificada CATIII, exhibida y vendida en condiciones especiales, sin una publicidad masiva y con penas legales para todo el que permitiera su visionado a un menor. Pero esto no hizo reducir este tipo de producciones, sino más bien al contrario ya que ahora se tenía una excusa para decir que una película era salvaje y transgresiva y las productoras sabían que con películas clasificadas en esta categoría podrían encontrar a un público muy concreto y fiel, y que nos les costaría hacer cualquier tipo de acción de marketing para influir en ellos; también impulsó la industria del tráiler, en la que ya no había suficiente con contar la historia que pasaría en la película, sino que ya se podían incluir en ellos las escenas más bestias sin temor de ser censurados y con la certeza de que era lo que el público andaba buscando. A esto también influyó el éxito de las primeras películas de John Woo, los siguientes heroic bloodsheets que se hicieron y las películas eróticas (no pornografía) con las que se empezó a experimentar y se pudo entrar en circuitos algo más comerciales. A partir de entonces, algunos directores fueron probando a ir cada vez más lejos y a desatar sus fantasías para ver hasta dónde podían llegar y la primera mitad de los ’90 fue completamente demencial.

 

CATIII
A Chinese Torture Chamber Story

Así, el nacimiento de la CATIII originó también el nacimiento de muchos subgéneros que eran inventados desde la nada o que surgían de la fusión de géneros como: Torturas eróticas, Femme fatales, Psicópatas enfermizos, Kung fu erótico, Kung fu terror, Erótico demoníaco, Ciencia ficción erótica sangrienta, Monstruos asesinos contra comandos… Pero bueno, no todo era tan extremo, si no que muchos thrillers también se clasificaron CATIII sólo por tener una escena de sangre o de cama, y directores de renombre fueron incluidos en esta clasificación más apropiada para subproductos.

 

También se creó un mercado internacional para este tipo de cine y, no tanto en la misma época, pero sí algo más tarde, en muchos países se descubrió el filón y desde entonces resultaba muy fácil comprar películas para adultos que habían funcionado bien o que al menos habían impresionado al mercado de Hong Kong; tan sólo había que ver la lista de las clasificadas y se sabía que, como mínimo, con ellas se tendría algo extremo para un público “especial”. La táctica de dejar el logo de CATIII en una portada o anuncio ya es un buen símbolo de lo que encontraremos en la película.

 

Así que ya sabéis, la próxima vez que hablemos de películas de CATIII, sabréis que se trata tan sólo de una clasificación o de una estrategia de marketing, pero que sin duda las podríamos juntar todas y decir que han hecho surgir todo un nuevo género en el cine de Hong Kong.

 

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