Hoy terminamos esta semana que hemos querido dedicar al gran humorista Stephen Chow tal y como lo han hecho los amigos del Festival Nits de Cinema Oriental, y aunque aún nos quedan algunas películas suyas por reseñar, creemos que con las tres de esta semana definimos bastante bien su estilo, tanto cómo director como el estilo de humor que suele utilizar, muy cercano al Mo Lei Tau, pero introduciendo una buena dosis de acción. La película de hoy fue otro gran hito para la introducción del cine de humor chino en España, ya que Kung Fu Sion (Kung fu hustle) no sólo fue distribuida aquí comercialmente con bastante acierto, sino que además, después del éxito de Shaolin soccer todo el mundo esperaba ver algo así, con el mismo estilo, pero incluso con más presupuesto y locura; al final incluso fue televisada varias veces teniendo un éxito considerable.

La historia no es nada del otro mundo, en China hay una mafia que arrasa con todo, la Banda de las hachas, pero hay un pequeño barrio que no le interesa a nadie dónde vive la gente pobre y que es propiedad de una pareja de marujos. Un día, una pareja de gamberros que se hacen pasar por miembros de la banda del hacha para aprovecharse de su fama, llegan a ese barrio intentando conseguir cosas gratis, pero resulta que sus habitantes no son nada tontos ni débiles y acaban echándolos sin problemas, no sin antes recibir la visita de la auténtica banda del hacha y ésta ser derrotada por tres maestros de las artes marciales. Los dos gamberros acaban coartados por la banda y con la promesa de que podrán ingresar si acaban con esos tres maestros, mientras que en el barrio, los caseros echan a los maestros para que no traigan problemas de venganzas. Aunque los dos chicos no puedan hacer nada debido a su incompetencia, la banda manda a diferentes asesinos, primero para acabar con los tres maestros y después con los caseros, que resultan ser más fuertes que nadie; cuando éstos están perdiendo contra un asesino implacable, el gamberro vuelve para vengarse con una fuerza inaudita.

Y de ésta sí que podemos decir que es una película extrema completamente loca, una mezcla a lo grande de humor y artes marciales, algo inspirada en los grandes de los ’80 y ’90 (con Jackie Chan, etc.) pero bastante bien actualizada y adaptada al estilo de humor de Stephen Chow, mucho más basado en diálogos tontos y humor físico que en las escenas de acción en sí.

Pero después del éxito de Shaolin soccer, Stephen Chow tuvo una gran inyección monetaria que decidió invertir en su nueva película para crear lo que todo el mundo estaba esperando de él, una locura con tanto humor como las anteriores, pero con un nivel de acción mucho mejor y un presupuesto mucho más elevado para que dejara de ser lo que llamamos una peli cutre.

Así como en sus anteriores películas, la mayor parte de la comedia estaba en bromas bastante infantiles y diálogos con muchas referencias al panorama chino, en ésta se intenta globalizar algo más y deja un poco de lado tanta referencia que nos e entiende fuera de su país, además de centrarse en la historia principal, con tramas secundarias y bromas a parte, pero sin irse por las ramas cada dos por tres, que no te acuerdas ni que película estás viendo; creando un humor mucho más gráfico, sobretodo basado en unos personajes de lo más curioso, casi todos unos fracasados harapientos que acaban siendo lo más de lo más, o al revés, unos jefes muy puestos que en realidad no son nadie y acaban haciendo el ridículo (bromas de contrastes). Con especial mención al papel (y sobre todo a la imagen) de la casera que caló mucho en todo el público, la típica maruja en bata, chanclas y rulos, siempre fumando y con la chancla en la mano amenazando.

Y casi que lo que hace más grande a esta película es el tener unas escenas de acción y unas coreografías espectaculares, nada usuales para este tipo de comedias, y es que se apoyó en dos grandes del cine marcial de Hong Kong para ello: Sammo Hung (Los supercamorristas, IP man) y Yuen Woo Ping (Erase una vez en China, Iron monkey) que elevaron el nivel de la película hasta límites insospechados.

De nuevo dirige, escribe, produce y protagoniza el mismo Stephen Chow (Shaolin soccer, From Beijing with love) que va mejorando a cada película que hace y que sigue intentando tener el control total sobre su obra; aquí acompañado en la interpretación por algunas viejas glorias del cine de kungfu.

En definitiva, para nosotros la mejor película que ha dirigido Stephen Chow no sólo por tener un humor mucho más universal y comprensible, sino por mostrar unas escenas de acción y unas coreografías espectaculares, creando una mezcla de artes marciales y humor casi única. Algo que ya se ha convertido en un nuevo clásico en todo el mundo.

• Lo mejor de la película:

La creación de todos y cada uno de los personajes que aparecen.

• Lo peor de la película:

Los doblajes que tuvimos en España, aunque para muchos sea lo mejor de todo.

https://www.youtube.com/watch?v=-m3IB7N_PRk