De nuevo día tranquilo en Sitges, ya sabemos que queda poco para acabar el Festival, pero los días que nos quedan serán a tope y también tenemos alguna cosilla más que hacer estos días. De todos modos, ayer fue un día corto pero intenso con dos películas asiáticas que nos gustaron bastante, así que valió la pena dejarlo allí y no estropearlo con cualquier otra cosa.

 

A primera hora de la mañana empezamos con Takashi Miike y su Over your dead body, quizás siendo de Miike y con este título puede parecer muy duro para empezar el día, pero la verdad es que nos entró muy bien; una adaptación de la clásica obra japonesa Kaidan en la que se mezcla la obra de teatro en sí, con un poco de metaficción y unos actores muy implicados y consistentes con sus personajes; todo ello dirigido de una manera magistral, con un tempo perfecto y una armonía de imágenes y música increíble. Al final, si a principio de semana pudimos ver al Miike bromista y divertido, aquí hemos visto al Miike sobrio y amante de los clásicos japoneses que intenta ser uno de los mejores directores de cine de su país.

Después de una buena comida china-japonesa, por la tarde vamos a ver una coreana de época, que nos da un poco de miedo porque no tenemos ni idea de cómo será, pero que nos sorprende con una historia llena de acción, de personajes carismáticos, de luchas de espada al estilo Hong Kong y de mezcla genial entre western y película de época; Kundo: the age of rampant es la historia de unos justicieros que quieren salvar al pueblo coreano de la época del Joseon de los abusos de los nobles y políticos, algo que debería pasar también ahora.

 

Y así, con un día corto pero redondo, nos preparamos para otro de los días intensos de esta semana.