De nuevo, gracias a Bollywood movies in Spain, hemos podido disfrutar de un nuevo estreno de Bollywood en pantalla grande en el mismo momento en el que se estrenaba en India, aunque es una lástima que quizás se termine pronto esta iniciativa, ya que, en la sesión a la que fuimos, sólo había siete personas en la sala. La película que hemos visto es Bholaa y es otro de esos blockbusters indios de acción por todo lo alto, en este caso con la gran estrella Ajay Devgn. La película es en realidad un remake de la película tamil Kithia (y también un poco la versión india de Asalto a la comisaría del distrito 13), pero con un presupuesto mucho mayor, mejores actores y, en general, mucho más cuidada.
Trata sobre un tipo que pasa diez años en la cárcel (sin contarnos muy bien los motivos, eso lo dejaremos para la secuela) y allí todos lo conocen como un mito, una especie de demonio capaz de acabar con cualquiera sin siquiera molestarse. Una vez fuera, en lo único que piensa es en ver a su hija, a la que no conoce y que le espera en un orfanato, pero pronto se ve envuelto en problemas cuando un policía lo arresta por no respetarlo y así se ve envuelto en una trama en la que una banda criminal, después de un duro revés a un golpe que trataba de mover una grandísima cantidad de drogas, intentan drogar a todos los policías de la ciudad para vengarse de ellos y a la vez recuperar el botín, pero no cuentan con la inspectora que los derrotó la última vez, que es la única que queda consciente y que se aprovecha de nuestro protagonista para que conduzca un camión con todos los policías sedados a la vez que esquiva y pelea contra varios grupos de cazarrecompensas que quieren acabar con la inspectora y el resto de policías, mientras que el líder de la banda con sus esbirros se dirigen a la comisaria para recuperar su botín; con lo que no cuentan es con que Bholaa es un tipo muy duro y capaz de lo que sea con tal de ver a su hija.
Con este argumento ya supondréis que se trata de la típica película de acción, con una historia simple y tonta que sólo sirve de excusas para ver al protagonista repartiendo a diestro y siniestro; quizás con muchos fallos argumentales o con muchas escenas sin sentido alguno, pero quien lo necesita en películas como ésta, aquí hemos venido a ver acción. Y ésta se presenta en dos partes de la película: la primera con el protagonista conduciendo el camión y acabando con distintas bandas de cazarrecompensas al estilo Mad Max (versión india), y la segunda, en la comisaría disparando contra todo bicho que se mueve al estilo Rambo (versión india); todo eso sin contar la escena entre medio de las dos partes con el protagonista cargándose malotes con un tridente en las inmediaciones de un templo cual si fuera el propio Shiva (la escena más épica de toda la película).
El estilo no es el típico de Bolywood, con chicos guapos, chicas guapas, mil números musicales (aquí sí que hay alguno, pero mínimos) y un montón de colorido para toda la familia; ésta coge un poco más el estilo del sur de la India, con un antihéroe, con tipos morenotes y bigotudos, con malotes grandes y feos y casi sin presencia femenina en el reparto; con una imagen algo más sucia y más oscura de lo habitual.
Hemos tenido una pequeña decepción con ella, y es que, siendo una película de acción brutal (casi un subgénero con méritos propios en India), nos es imposible no compararla con otras películas del mismo estilo que hemos visto últimamente, y es que este género ha ido evolucionando mucho últimamente, volviéndose cada vez más bestia, más irreal y más exagerado hasta un nivel ¿difícil de superar? (ya veremos en el futuro); pues ésta no la hemos visto con un nivel de exageración y épica de las últimas veces, sino que se pondría a un nivel de hace unos años, pero igualmente es bastante impresionantes y bestial. Además, también nos ha impresionado su nivel de sangre, cuando la mayoría de estas películas son algo más familiares y no contienen escenas tan explícitas; pero esta no se contiene ni un pelo enseñando sangre a borbotones, miembros amputados, etc. algo más usual en películas japonesas, por ejemplo, pero no indias.
En su contra, diremos que nos han sobrado completamente las escenas del orfanato, una subtrama sentimental que ni era necesaria, ni aporta nada y nos corta todo el clímax; sin embargo, incluso con ellas, la película tiene un ritmo brutal, incluso se llega a hacer corta, con todo su continuo de acción sin descanso.
Y, en su favor, y algo sin lo que esta película no sería posible, es su estrella Ajay Devgn (Shingam, Drishyam) que ya estamos acostumbrados a verle en papeles como éste, pero resulta bastante polifacético, haciendo cualquier tipo de personaje y no encasillándose; y un villano con mucho carisma interpretado por Deepak Dobriyal, con una actuación muy exagerada, que ya va bien para el tipo de película.
En definitiva, una película de acción brutal; quizás no de las más bestias que hemos visto, pero con un nivel bastante alto. A parte de eso, no esperéis mucho más que ver a Ajay Devgan repartiendo sin parar (y eso que ahora no es el típico poli duro, sino un antihéroe); una película que nos ofrece un buen espectáculo y que se pasa en un santiamén.
- Lo mejor de la película:
La escena con el tridente, épica y brutal.
- Lo peor de la película:
Todas las escenas de la niña en el orfanato, que nos rompen el clímax por completo.