Dororo, la lucha contra los 48 demonios

Otra de las películas que vimos en una ocasión en un Festival de Cinema de Sitges y que nos impresionó por varias cosas es Dororo, una película japonesa que en su momento vimos casi como un splatter, pero que volviéndola a ver algunas otras veces, hemos llegado a apreciarla de manera distinta y a percatarnos que se trata más de una mezcla entre chambara y tokusatsu (un poco raro, ya lo sabemos, pero luego lo contamos mejor), y que es en realidad un live action basado en un famoso manga de Osamu Tezuka; con algunos rasgos que gustarán a todo el mundo (como su historia) y otros que echarán atrás a los más puristas del cine asiático (como su música, más de western que de película japonesa de época).

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El protagonista con cuchillas en las manos

La historia trata sobre un gran señor de la guerra de Japón, que en un momento se ve casi derrotado por sus enemigos y se dirige a un templo en el que habitan las almas de 48 demonios para hacer un pacto con ellos; los demonios le piden la vida de su hijo a cambio de convertirlo en vencedor en todas sus peleas, y él acepta. Unos años más tarde, nace su hijo como un ser amorfo (solo una cabeza, sin tronco, extremidades, ojos, boca, corazón, etc.) ya que cada demonio se había llevado una parte de su cuerpo. Sus padres lo abandonan y un hombre lo acoge, alguien que sabe de artes médicas y magia y le otorga el resto del cuerpo recogiendo cadáveres de la guerra, insertándole cuchillas en los brazos. El niño crece y se vuelve a quedar sin padre, entonces sabe lo que realmente es y se va a luchar contra todos los demonios con el fin de recuperar su cuerpo y su vida y saber quién es su padre. Se acaba juntando con una pequeña ladrona y juntos matan a todos los demonios, hasta que se encuentran con el señor que está creando toda la guerra en el país y que está haciendo que todos sus habitantes vivan en circunstancias lamentables (que resulta ser el mismo que mató a la familia de la ladrona y del cual se quiere vengar); juntos intentarán acabar con él, aunque se llevarán una gran sorpresa que hará su gesta algo más complicada.

Si analizamos la película por partes, veremos porque lo del cambio de géneros y que estos están muy bien separados; empezamos con un chambara del estilo clásico aunque con un buen componente oscuro y terrorífico (toda la escena de la guerra, los samuráis, el templo, etc. tiene un aire tradicional); pero ya cuando vemos por primera vez la figura de la ladrona y del chico, el estilo adopta algo más de color y mucho mejor humor, haciéndose hasta divertido, y cuando los dos van a luchar contra los monstruos, entre las intenciones de la película (ver muchas luchas, monstruos y acción) y los efectos especiales (casi todo es látex) ya nos metemos de lleno en el tokusatsu más gamberro y cañero, esto dura la primer ahora de película; en cuanto pasamos a la segunda hora, ya vamos a encontrarnos con el señor de la guerra, su familia, los problemas con el pueblo, etc. y volvemos al espíritu del chambara, aunque esta vez algo más trágico y cual si se tratara de un drama familiar; por último volvemos a acabar con un final muy tokusatsu y divertido.

Quizás esta mezcla os parezca una buena innovación, y para nosotros que estamos abiertos a cualquier película que nos tenga bien entretenidos es algo bueno, sin embargo, creemos que precisamente esto es lo que hizo que no triunfara demasiado, ya que la segunda parte es demasiado lenta y triste para los amantes del tokusatsu, y la primera parte es demasiado gamberra y cutre (pero del cutre que mola, eh?) para los que querían ver buen cine.

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Monstruos tokustasu

Podemos decir sin temor a equivocarnos que la historia que nos cuenta es genial, de un gran originalidad y una ambientación en un mundo muy especial, creando una leyenda entera a partir de un personaje y, alrededor de esta leyenda, toda un mitología de dioses y demonios; pero claro viniendo de un maestro como Tezuka es inevitable. Los personajes no son muy carismáticos en principio, ya que por sus pintas son dos personas vulgares de clase baja, sucios y andrajosos, sin embargo tienen una personalidad muy definida, sobretodo la chica que tiene que llevar todo el peso del guión y de la viveza de la película, ya que el protagonista masculino es alguien callado y sin sentimientos, sólo un luchador que hace lo que debe, así que de nuevo, es una historia que no tendría ningún tipo de gracia y casi ni sentido sin su personaje secundario, sería tan solo una película de acción sin ningún añadido ni tanto gamberrismo.

En cuanto a técnicamente, ya hemos dicho que tiene el espíritu tokusatsu, ya sabéis, monstruos de latex, tíos mal disfrazados, rocas de cartón piedra, miembros excesivos, … bueno, todo eso que a los occidentales nos hace tanta gracia; sin embargo, también intenta mezclar algo de CGI (sobretodo para la sangre o algunos efectos que no se atreven a hacer manualmente) y eso es de lo poco que estropea algo la película, cuando podría ser muy bizarra y divertida; pero lo entendemos porque de esta manera sólo llegaría gustar a ese pequeño colectivo en todo el mundo que amamos el tokusatsu. La música ya hemos comentado que es algo más típica del western, pero le da cierta gracia, sobretodo en los momentos de lucha. Y los escenarios están bastante logrados (quizás aprovechados de alguna otra película).

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Dororo es ella, no él

Uno de los problemas que hemos visto es su duración, que llega a ser poco más de 2 horas y con ellas se hace un poco larga como película, pero hay algunas cosas por las que tienen que pasar rápidamente, como las luchas contra los demonios, que al ser 48 sólo podemos ver algunas y de manera precipitada. Creemos que con algo así habría sido mucho mejor hacer una serie completa (creo que ya existe una anime, y seguro que es lo que habríamos querido ver en imagen real), o si no dividirla como mínimo en dos películas para poder tener un poco de todo en cada una y haberse podido recrear con lo que quisieran, en vez de comprimirlo.

El director de la película es Akihiko Shiota, del que no hemos visto ninguna otra película, por lo que tampoco podemos decir gran cosa, simplemente, que si hiciera alguna parecida a esta, seguro que la veríamos. En cuanto a la historia original, ya hemos dicho que era de Osamu Tezuka, uno de los grandes maestros del manga y creador de otros muy  conocidos como Astroboy o La princesa caballero, con un estilo muy peculiar y unas historias muy desarrolladas. En cuanto a los actores, él es Satoshi Tsumabuki que recientemente hemos visto en Smugglers y dentro de poco veremos en Ai To Makoto; y ella es Ko Shibasaki de Battle royale o Shaolin girl.

En definitiva, una película con dos mitades bien delimitadas, la primera todo un tokusatsu gamberro y lleno de acción y la segunda un drama de chambara; solo apto para gente con la mente abierta a los cambios y no para defensores de lo clásico.

  • Lo mejor de la película:

Las luchas contra los monstruos, aunque sean cortas y comprimidas.

  • Lo peor de la película:

Un protagonista tan parado, que pega mucho, pero que sin la chica no tendría ninguna gracia.

http://www.youtube.com/watch?v=0unevdu9kfU&

4 thoughts on “Dororo, la lucha contra los 48 demonios

  1. Hola

    Yo la vi hace mucho tiempo. Me gusto pero me parecio que habria una segunda parte en un futuro pero por lo que veo se quedo ahi.

    PD: Osamu Tezuka no es un grande del manga sino directamente el dios del manga. Y reconocido como tal.

    Un saludo!!

    1. Gracias Marc,

      la verdad es que no estamos muy puestos en el tema manga, y este no lo hemos leído, pero estamos seguro de que debe ser una maravilla.

      Si que se hablaba de una segunda parte, pero durante un tiempo, luego no se ha vuelto a saber nada, a no ser que la coja alguien algún año de sorpresa…

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