The white storm 3: Heaven or hell, un final muy adecuado para la saga

The white storm 3

Seguimos poniéndonos al día con algunas películas que nos habían quedado atrasadas. Esta semana empezamos por una película de Hong Kong a la que ya le teníamos ganas porque venía precedida de algo que nos gustó mucho. The White storm 3: Heaven or hell es la finalización de una trilogía que empezó con una película muy potente y con mucho sentimiento, dirigida por Benny Chan (que por razones obvias no pudo continuar); después de eso Herman Yau tomó la batuta con una segunda parte un poco más floja, pero no por eso nada mala; esta tercera parte vuelve  estar en manos de Herman Yau y no significa ninguna secuela ni precuela, sino que trata sobre un tema similar (el mundo de las drogas) igualmente con un trío de protagonistas importante y repetición de los actores principales (aunque no haciendo el mismo papel).

The white storm 3
Intentando recuperar el heroic bloodshed

La historia empieza con un golpe de un jefazo de la droga de Hong Kong, entrando un camión entero dentro del país, pero justo tiene una redada y después de una gran batalla campal, acaba descubriendo que uno de sus hombres más leales era un policía infiltrado. Por suerte puede escapar con sus mejores hombres (sin saber que otro de ellos también es un policía), van al norte de Tailandia, en la frontera con Nyanmar, dónde no los encontrarán y dónde se planta y produce casi todo el opio del mundo. Allí se adaptan a su nuevo entorno, conociendo al capo del lugar, un comandante que tiene pare él sólo y su laboratorio una ciudad entera con un gran ejército; por su parte, el policía se enamora de la chica que lo cuida mientras se recupera de una herida hecha en la redada de Hong Kong. Después de algunas batallas, consiguen hacerse con una de las grandes entregas para el comandante, y es entonces cuando le convencen de trabajar para él, creando un equipo de protección de todos sus envíos y ganando un buen dinero. Hasta que el policía infiltrado consigue hablar con su cuartel y delatar la posición del capo para que sus compañeros ataquen la ciudad entera del comandante y desmonten la red de narcotráfico.

La película se puede considerar todo un Heroic Bloodshed, por supuesto no igual que los clásicos de los ’90 que todos hemos visto ya, pero sí en el sentido en que trata del mundo criminal de Hong Kong, la película está dominada por protagonistas masculinos, tiene mucha acción, pero también trata mucho de los sentimientos de sus protagonistas y de la relación entre ellos. Situándola dentro de la trilogía, os aseguramos que la mejor es sin duda la primera parte, pero ésta quizás está por encima de la segunda (también dirigida por Herman Yau), sin ser un peliculón y sin aportar grandes novedades, pero con escenas de acción explosivas y sobre todo explorando los sentimientos de los infiltrados, que no pueden remediar acabar sintonizando con sus perseguidos y con el mundo de los criminales en general, cuando se dan cuenta de que al final todos somos humanos.

The white storm 3
Acción y traición

Por supuesto, la película tiene un ritmazo espectacular, no hay ni u segundo para el aburrimiento; las escenas de acción van y vienen (tampoco es que sea un seguido de acción sin parar), pero en cada escena tenemos movimiento, caña, tipos duros y cosas interesantes que contar, aquí no veréis ni una conversación a pies parados y cámara fija. En cuanto a las escenas de acción (todas de tiroteos, nada de artes marciales ni nada parecido), pueden ser un poco confusas y algunas se podrían haber rodado bastante mejor, pero no hay ninguna duda que dan toda la caña posible, desde una escena inicial inesperada y que lo da todo, hasta una escena final super explosiva, que no podría haber sido más cañera.

Pero sin duda, lo que hace de la película lo grande que es no s su historia ni sus escenas de acción, son sus actores, con un Lau Ching-wan (Mad detective, Running out of time) que repite después de la primera entrega, aunque con otro papel, aquí hace de capo malote, pero él solo lleva todo el peso de la película, con una grandísima actuación, la película no habría sido lo mismo sin su presencia; repite también Louis Koo (Drug war, Paradox) aunque ahora con un papel mucho más pequeño, y como nueva incorporación tenemos a Aaron Kwok (Cold war, Storm Warriors).

En definitiva, un heroic bloodshed que intenta mantener el espíritu de los ’90 pero actualizando un poco técnicas de dirección, actuaciones, efectos especiales, etc. Al final ha quedado más una película de acción pura , que no un heroic bloodshed, a diferencia del cine de acción que en esta tenemos unos actores y unas actuaciones espectaculares.

  • Lo mejor de la película:

Sean Lau está increíble.

  • Lo peor de la película:

El comandante (el malote) sin ningún tipo de personalidad ni gracia.

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