Dead or alive: los yakuzas de Takashi Miike

Hoy os traemos una reseña de uno de nuestros imprescindibles, de uno de esos directores japoneses que sabéis que tanto nos gusta, se trata de una trilogía de cine yakuza dirigida por Takashi Miike, supongo que ya debéis haber adivinado de qué hablamos, pero por si acaso: si, es Dead or alive. No es exactamente una serie de tres películas que sigan una historia, pero si lo es de tres películas bastante relacionadas entre si y con sus toques de cine asiático extremo, ahora os lo contamos.

Las tres historias se centran en dos personajes (en principio distintos en cada historia, pero interpretados por los mismos actores).

Dead or alive
Bizarrada en la primera parte

En la primera historia, uno es un yakuza de bajo rango, con una banda callejera de inadaptados y un hermano que acaba de llegar de USA de estudiar y que no sabía nada de su situación; el otro personaje es un policía con algunos problemas familiares, encargado de seguir un caso que relaciona a la yakuza con la mafia China. El criminal y su banda darán un golpe que acabará con las dos mafias reinantes y se empezarán a hacer con todo el poder, perdiendo a algunos miembros por el camino. Al final, los dos protagonistas de tendrán que enfrentar en un duelo cara a cara que acabará de una manera que nadie se puede esperar.

La segunda historia trata sobre un asesino a sueldo que se prepara para matar a un jefe yakuza por encargo de otra banda que se quiere hacer con el poder, pero su asesinato se verá frustrado por otra persona que matará a varios miembros de esa banda. Más tarde, en la huida de ambos, se encontrarán y se darán cuenta de que eran amigos de la infancia, aprovecharan su huida para recordar tiempos pasados y tomarse un descanso. Cuando tengan que volver al trabajo, lo harán conjuntamente asesinando a personas malvadas y dando el dinero que ganen a los niños pobres en honor al orfanato que los acogió de pequeños, pero las mafias a las que fastidiaron al principio de la película los están buscando y se encargaran de ellos. Tampoco esta parte acaba de una forma muy bonita.

La tercera parte ya ocurre en un futuro bastante lejano, dónde un dictador ha impuesto una droga para toda la población que los controla y lleva a cabo un control de maternidad para tenerlo todo bajo su influencia. Aquí los dos personajes principales son un lacayo de este dictador que se encarga de ejecutar a todo el que lo desobedezca, y el otro alguien que se une a los rebeldes para ayudarles a hacer valer sus derechos y protegerlos. También esta vez llegarán a enfrentarse con un resultado espectacular.

Dead or alive
Lo ángeles de la segunda parte

Las tres películas siguen más o menos el mismo esquema, empezar con una escena de acción sin concesiones, de manera espectacular para atrapar al espectador; aunque más adelante vemos en los tres casos que la película no se basa en dar caña y en acción porque sí, sino que lo más importantes son siempre las relaciones entre los protagonistas o con otras personas y todos los distintos sentimientos que generan estas relaciones; para todo el que se piense que cunado hablamos de una de las obras clave de Takashi Miike va a ver una película gamberra y sin descanso, como muchas otras de este director, avisamos que está muy equivocado, que son tres películas de yakuzas al estilo clásico, eso si, con sus buenas partes de acción al principio y al final de cada una, y con algunas de esas bizarradas que aparecen en todas las películas de Miike y que por mucho que nos acostumbremos, siempre nos sorprenden. Y, como no, unos finales, en los tres casos, espectaculares!

Destacaríamos de cada una de ellas:

En la primera parte, como Miike se dedica a una historia típica de yakuza y en un estilo bastante formal, con todos los elementos que ésta se supone que debería tener (drogas, sexo, rock, peleas, tiroteos…), eso sí, con una pelea final de esas que hacen historia y un final en el que deberíamos pensar que no puede existir ninguna segunda parte.

En la segunda parte, como trata d reproducir una historia muy parecida a la primera, con la guerra entre dos grandes bandas y otra pequeña banda que jugando un poco, hace cambiar el equilibrio de poder a su favor; pero desde un punto de vista completamente distinto y cambiando totalmente de tema casi al inicio de la película. Una forma de narrar menos convencional, llena de flashbacks e imágenes interpuestas. Nos encantó la forma en que hace parecer ángeles a los dos protagonistas para demostrar que en realidad no son malvados aunque maten y tal vez para hacernos ver que no son humanos en realidad.

Dead or alive
Cyborgs en la tercera parte

Y en la tercera parte, como adopta un estilo claramente cyberpunk, muy marcado por Blade runner, Ghost in the shell y otras historias de megacorporaciones contra rebeldes; en esta ocasión sí que nos ofrece muchas más escenas de acción, efectos especiales y se nota un mayor presupuesto que en las otras. Y un final en el que acaba relacionando las tres películas de la saga, haciéndonos ver que el destino puede adoptar muchas formas y transformando un enfrentamiento (igual que en las otras dos partes) en una comprensión del origen y el destino de ambos, que siempre habían sido ellos dos y que estaban condenados a cruzarse siempre.

Y de las tres, nos encantaría destacar la obsesión con la comida, es un factor común y que nos ha dejado algo intrigados, si alguien sabe lo que representa, por favor que nos lo cuente.

No os hablaremos mucho del director Takashi Miike, ya que creemos que hemos hablado de él en muchas ocasiones; en este caso preferimos hablaros de los dos actores: Riki Takeuchi (Yo-yo girl cop o Dai Nipón Jin) y Shô Aikawa (Gozu o rebraman), no es que tengan unos papeles complicados ni en los que tengan que demostrar nada, pero cumplen con su objetivo; en nuestro caso, nos ha encantado Aikawa, supongo que por tener algo más de carisma y por saber darle algo más de gracia a un papel que podría haber sido más llano, cosa que Takeuchi no consigue.

En definitiva, que nadie espere una gamberrada de Miike, ni una película salvaje y llena de acción; más bien son películas más o menos serias con sus buenas partes al estilo Takashi Miike, pero siempre basadas en un argumento y en sentimientos humanos; incluso puede que viendo una sola de la trilogía os parezca una más, sin embargo, como trilogía creemos que encajan mejor de lo que cabría esperar y que tocan bien distintos estilos como para complementarse bien entre ellas.

  • Lo mejor de la trilogía:

Los tres finales de cada una de las películas son de lo menos esperado y de lo más exagerado.

  • Lo peor de la trilogía:

Si se ve una sola de las partes puede parecer bastante convencional (sobretodo la primera).

https://www.youtube.com/watch?v=MOs_NsoTiVI

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