Este año hemos tenido una buena muestra de cine coreano en el Festival Nits de Cinema Oriental, no estamos hablando de cantidad ni de calidad, sino de que hemos podido ver distintos tipos de películas orientadas a distintos públicos, y eso es lo que nos hace conocer un poco mejor el cine que se hace en un país. Nuestra primera película en el festival fue Thundebird, un thriller de acción algo distinto a lo que estamos acostumbrados (para bien o para mal), en esta ocasión no se trata de una película de mafias o corruptos, sino de un grupo de kinkis coreanos que se buscan la vida, así que es algo más callejero.

La historia empieza con un tipo que debe mucho dinero de las apuestas, y por eso le cogen su precioso coche (un deportivo con un pedazo de pegatina de Thunderbird) y lo empeñan, para sacar el dinero que debe a uno de sus acreedores. Sin dejar explicar su historia al protagonista, en realidad había una gran suma de dinero que había ganado la última noche en el maletero de ese mismo coche, así que, después de recuperarse de unas cuantas palizas, sabe que lo único que puede hacer es recuperar el coche, pero no sabe ni dónde está, ni cómo conseguirlo, así que pide ayuda a su hermano para poder desempeñar el coche de manera legal. Al principio tendrán que recurrir a algunos amigos para que les presten dinero, incluso a una semi-novia que les ayudará a conseguir algo más, pero será muy complicado recogerlo todo y los acreedores les pisarán los talones en todo momento; a eso se sumará un problemilla con la casa de empeños, el recibo del coche (que no tiene) y algunos malentendidos más que llevarán a nuestro protagonista y sus amigos a la desesperación hasta que pueda encontrar el coche, momento en el que tendrá que aceptar otras realidades.

Lo que tenemos aquí es una de esas películas que sucede en una sola noche a contra reloj, con la urgencia de pagar a los acreedores si no quiere morir; ya hemos visto algunas películas por el estilo, pero en esta se suma el poder conocer el estilo de vida y las inclemencias de una clase obrera de Corea (normalmente estamos acostumbrados a mafias de alto nivel), y a problemas reales de la gente de la calle.

La película empieza muy bien, con una escena que te descoloca completamente, y luego poco a poco se va formando una historia interesante; tenemos una situación inicial muy prometedora y van apareciendo nuevos personajes que aportarán distintas cosas a la historia y al protagonista, hasta aquí, todo muy bien; pero a nuestro gusto, la historia se acaba alargando demasiado sin saber muy bien qué hacer con ella, introduciendo algunas situaciones que pueden ser coherentes, pero que en vez de aportar algo concreto, nos hacen ir de un lado a otro sin demasiado sentido, tan solo para poder meter escenas exageradas o ideas que se le ocurrieron al guionista, pero a veces nos falta un hilo conductor que las ligue todas juntas.

En general, la idea de la película es muy buena, los personajes están muy bien definidos y la mayoría de los actores bastante creíbles, la situación casi frenética y el ritmo general son muy buenos, pero en nuestra humilde opinión, a esta película le sobran minutos, hay muchos añadidos que se podrían eliminar y quedaría una película redonda, seguramente el principal fallo es de narración, de saber entramar todas las escenas en una sola; hay muchos momentos en los que ves a uno de los personajes actuando y el resto están detrás sin hacer nada, o por historia, no se ven, pero cuando vuelven a aparecer no ha sucedido nada con ellos, así que a veces tiene más una estructura de obra de teatro o de serie que de película (y eso es debido en gran parte a un director novato, que sabe hacer su trabajo, pero necesita mejorar para poder con algo complicado, con tantos personajes y con distintas tramas que se van cruzando).

Incluso con estos fallos, sólo por su originalidad y por saber contarnos cosas que no solemos ver en el cine coreano, es una película que no será recordada dentro de un año, pero que recomendamos ver, que os puede hacer pasar un buen rato y que al menos no os aburrirá.

En definitiva, una película correcta y original, pero nada del otro mundo que no os podáis perder, unos buenos actores y un guion estupendo, pero con algunos fallos de dirección.

• Lo mejor de la película:

La definición de sus personajes y el saber mostrar problemas reales de la sociedad.

• Lo peor de la película:

Alguna escena que no tiene sentido ni cuadra con el ritmo general de la película.