Crónicas del Festival de Sitges 2016 – Séptimo día

Festival de Sitges

Y hoy ya, aunque vayamos algo retrasados y ya hace unos días que ha terminado el Festival de Cine de Sitges, nosotros terminamos aquí con la última de las reseñas; para ser el último día no fue el mejor, ni el más completo, pero estuvo bien y nosotros mismos decidimos pararlo antes de acabar el día hechos polvo de sueño y cansancio después de algunas noches casi sin dormir, así que no pudimos ver todo lo que queríamos, pero casi.

 

Y como os decimos, nos levantamos bien pronto y con pocas horas de dormir después de una maratón nocturna, pero el esfuerzo lo valía, y es que no podíamos dejar escapar la posibilidad de ver Gantz:O en pantalla grande, y no nos arrepentimos para nada, la versión CGI del manga nos muestra sólo una noche de juego en la que el equipo de Tokio se traslada a Osaka, junto al equipo de allí, para matar unos cuantos aliens. Una película completamente espectacular y desfasada en todos los sentidos, tanto en sus gráficos, como en la acción, en el nivel de los monstruos y como van evolucionando a medida que pasa la noche… y sin faltar a la fidelidad al manga (aunque no nos cuente demasiada historia).

 

Festival de Sitges
Gantz:O

Seguimos aún por la mañana con Túnel, una película coreana con la que no teníamos muchas esperanzas, ya que casi dos horas de un tío atrapado dentro de un túnel no daba mucho juego, pero al contrario, aunque no sea un peliculón, se hace bastante amena, con sus bromas, su crítica a la sociedad y lo que te hace pensar. Al menos consigue mantenernos despiertos y atentos.

 

Y ya por la tarde, después de despedirnos de algunos amigos porque no creemos que los volvamos a ver hasta el próximo año, nos decidimos por una sesión doble de humor.

Empezando por Yoga hosers, la última de Kevin Smith, que se ve que está relacionada con Tusk (su anterior trabajo) que no habíamos visto, pero que tampoco era necesario, sólo comparten algunos personajes. La película en sí es auténtica mierda yanki, una tontería tan imbécil, absurda y carente de todo sentido y, en su mayoría, también de gracia, que no sirve para nada; tan sólo nos hizo reír en algunos gags.

 

Pero no todo es malo, porque podemos acabar el festival con lo último de Stephen Chow, uno de los cómicos más grandes de Hong Kong, The mermaid es una historia de sirenas tal y como dice su título, pero no una historia corriente, sino algo bastante original y divertido, con un humor muy tonto y muy chino, tanto que nos extrañó que hiciera tanta gracia al público de Sitges, pero con una historia potente y unos efectos especiales perfectos; nada mal para acabar el festival.

 

Así que nos saltamos Sadako vs Kayako y un par de películas más bastante atractivas, pero que nos hubieran llevado a pasar toda la noche durmiendo en la butaca, pero no pasa nada.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *