Crónicas del Festival de Sitges 2020: I

Festival Sitges 2020

Ya estamos un año más disfrutando del Festival de Cinema de Sitges y, aunque este año no será lo mismo de siempre ya que ni vendrá la gente a la que estamos acostumbrados y hasta nosotros hemos decidido tomárnoslo con mucha calma, pues seguro que nos lo pasamos igual de bien y que descubrimos algunas cosas nuevas. Para empezar echaremos mucho de menos a algunos amigos con los que solemos encontrarnos y disfrutar de la semana, pero también, después de los primeros días, vemos que hay otra gente y que, como siempre, te puedes unir a mucha gente con la que estar igual de bien y discutir de los mismos temas, así que de momento, todo bien. Y empezamos con las crónicas de lo que hemos vivido estos dos primeros días de festival.

Peninsula

Jueves empezamos con una de las más esperadas por los fans del cine asiático del festival: Peninsula, que ni de coña nos sorprendió tanto como su primera parte, en realidad es bastante típica y predecible, un estereotipo de las películas post-apocalípticas; pero también debemos admitir que tiene una acción trepidante y un aparatado visual excelente.

Por la noche nos atrevemos con una de esas comedias terroríficas: Vicious fun, atraídos por un protagonista que es crítico en una revista de cine de terror, una antiheroína de manual y un grupo de asesinos en serie que encarnan lo más típico del género, todo muy ochentero, pero con una gracia que no solemos encontrar en este tipo de cine; muy recomendable para echar el rato y unas buenas risas.

Ya el viernes nos despertamos temprano para acudir a lo que ya es un imprescindible en cualquier edición del Festival de Sitges: la película anual de Quentin Dupieux, Mandibules con un humor absurdo que nos encanta, esta vez con unos protagonistas muy “tiraos” que intentan amaestrar a una mosca gigante para hacerse ricos, pero como siempre con unos personajes muy estrambóticos y unas situaciones de mucho cuidado, recomendadísima para cualquier fan de este tipo de humor.

Y ya después de esto, el día se va deshinchando, empezando por Archenemy, que nos prometía algo de ciencia ficción y una película mezclando imagen real con animación, además de mucha acción; pero no sólo la película esta hecha sin ninguna gracia, sino que los protagonistas son de lo más típico y se acaba liando de una manera de la que no sabe ni como acabar.

Monster seafood wars

También nos atrevemos con The pale door, ya que cuando encontramos un western de género en este festival, nos llama mucho la atención (y así acertamos con películas como Bone Tomahawk), pero éste en concreto tiene una historia muy trillada sobre un pueblo de brujas, unos personajes completamente planos, una ambientación que no convence a nadie y unas escenas teóricamente terroríficas, que son incapaces de dar miedo a nadie.

Por la noche, y ya después de una cuantas cervezas que nos hemos ido tomando durante todo el día, volvemos con el humor más absurdo y Save yourselves! Que aunque no nos convence nada en su parte inicial, con sus problemas de pareja y sólo dos actores con unas actuaciones algo impersonales, la cosa se va liando y va mejorando cada vez más, llegando a un conjunto quizás no muy bueno en general, pero sí bastante entretenido.

Y aunque acabamos de empezar el festival, ya nos atrevemos con nuestro primer maratón Midnight Extreme y dos películas que nos van a dejar locos.

La primera es Sky sharks, o lo que sale cuando los alemanes se hacen su propia versión Asylum, con zombies nazis montados en tiburones voladores que arrasan los cielos y abordan aviones comerciales, todo en el cutre y dinámico estilo de triunfos como Kung Fury o Iron sky; ¿queréis más para convenceros? Pues además de ser la delicia del año para los amantes del cine cutre, tenemos apariciones especiales de Tony Todd o Kurando Mitsutake entre otros.

Y acabamos el día con una muy esperada por nosotros: Monster seafood wars, la última obra de Minoru Kawasaki (Kalamari wrestler, Executive koala) que aquí se vuelve al género kaiju, en el que ya ahbía experimentado alguna otras veces, pero lo hace en el más puro estilo Shin Godzilla o su propia MOnster X strikes back, sin mucha lucha o destrucción masiva y centrándose más en los humanos que intentan impedirlo, todos ellos muy estúpidos (o realistas, según se mire) y consiguiendo los diálogos y las situaciones más absurdas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *