Como no siempre se puede ver buen cine, hoy tenemos para vosotros una mala película que vimos en el Festival de Cinema de Sitges, no la única, pero sí de las peores. Se trata de Misterio en la noche, una película filipina de terror que nos tenía con muchas esperanzas, ya que nos encantan las películas basadas en mitologías que no conocemos y en seres extraños que en otros países son ya verdaderos iconos; pero sin haber visto ni siquiera el tráiler, nos pusimos a ello y nos decepcionó profundamente.

Se trata de una historia muy típica de venganzas; en un pueblo rural de alguna parte de Filipinas, un hombre con una buena posición social espera una hija no deseada que le puede arruinar la vida, así que decide abandonarla en el bosque y es adoptada y criada por unas ninfas o unos seres extraños que habitan allí. Al cabo de los años, el protagonista de la historia es el hijo de quien había abandonado a la niña, que también goza de muy buena posición y una mujer a su lado, y que en cierto momento de su vida tiene que ir al bosque a cazar y hacerse un hombre; pero lo que encuentra allí no son animales, sino la chica abandonada que casi ni sabe lo que es un humano, pero lo acaba seduciendo y acaban acostándose juntos; a la vuelta él disimula e intenta olvidarlo, pero ella se ha enamorado y va a buscarlo a la ciudad; cuando la acaban tratando como una infectada, jura vengarse y, aprovechando los poderes de las ninfas se convierte en un Aswang, un ser compuesto sólo por la parte superior de la chica y unas grandes alas de murciélago que se dirige de nuevo a la ciudad para acabar con todos los que la han tratado mal.

A decir verdad, la historia es muy interesante, incluso se le añade un prólogo contando algo de la mitología de los bosques de Filipinas (que luego no tendrá ninguna relación con el resto de la película); la idea de unas criaturas como esas (tanto las ninfas, como el Aswang) son muy buenas, e incluso como está llevada la historia de venganza nos ha gustado, pero por otras muchas razones, la película se nos ha hecho tediosa.

Empezando por su excesiva duración que es rellenada con muchos momentos aburridos y planos estáticos, en principio para intentar darle algo de profundidad y hacer como si fuera una película más de autor, pero en realidad y tal como se acaba realizando, no hace más que ralentizar la película y aportarnos momentos insulsos y sin ningún atractivo. Tampoco las actuaciones no ayudan mucho, pero a esto ya estábamos avisados, pocas películas filipinas de bajo presupuesto han contado nunca con ningún buen actor. Pero al final, lo que más nos ha matado ha sido el ritmo tan lento y que cueste tanto explicar una historia tan sencilla; haciendo un pase de la película justo después de comer, creo que la pudimos acabar 4 personas (y porque aprovechamos para echarnos una siesta).

Nos encanta que esté rodada con poco dinero, que se aproveche más de unas buenas localizaciones y de intentar hacer ambiente más que efecto especiales, incluso el ser mitológico nos habría encantado en otro contexto, pero al intentar tomarse en serio a sí misma, la película acaba con todo. Casi que habría sido mejor hacerla un poco a lo loco y que hubiera pasado como película mala y divertida, habría muchos que la habríamos gozado bien; pero tal y como está hecha no creo que llegue a ningún tipo de público, ni siquiera el local.

En definitiva, huid de esta película como alma que lleva el diablo, no creemos que haya nadie que la sepa apreciar, quizás sólo las familias de quienes la hicieron.

• Lo mejor de la película:

En otro contexto, el monstruo nos habría flipado.

• Lo peor de la película:

Todo. No se salva ni el póster.