Hoy tenemos otra coproducción asiática, pero esta vez mucho más allá de lo que habíamos contado hasta ahora. Aunque seguro que todos la conocéis ya de sobras, queríamos hablaros de Snowpiercer, película Coreana fruto de una estrecha colaboración entre Corea, Francia, Canadá y República checa y os contaremos rápidamente como fue todo este proyecto: el director Bong Joon-Ho quedó fascinado con un cómic francés llamado Le Transperceneige y pidió ayuda de productores coreanos para poderlo llevar a la gran pantalla (uno de ellos Park Chan-Wook), así empezaron a buscar localizaciones para grabar, encontrando unos buenos exteriores en Canadá y un estudio en Rep. Checa dónde podían montar los vagones de tren, aliándose con productores de estos países, usando algunos actores de Hollywoood bastante conocidos y rodando en inglés para darle importancia a la película y que fuera a verse en todo el mundo. Después de cambiar algunos aspectos del cómic, quedó una película post apocalíptica quizás más de acción que de revolución y protesta social.
La historia empieza cuando, después de llegar a unos niveles límites con el efecto invernadero en el mundo, las corporaciones lanzan lo que va a ser una solución, pero que en lugar de eso sólo sirve para congelar la Tierra y extinguir todas las especies vivas. Sin embargo, un grupo de humanos consiguen refugiarse en un tren preparado para esta situación, que está siempre en marcha, dando una vuelta al mundo cada año. El problema es que el tren está dividido por clases sociales y, mientras en la cabeza viajan con todo tipo de lujos y comodidades, en la cola están viviendo en condiciones infra-humanas y sometidos por los soldados armados. Incluso así, algunos de ellos deciden formar una revolución y avanzar hasta la cabeza para derrocar al jefe, creador y maquinista del tren para crear algo de harmonía social entre sus pasajeros. Después de varias dificultades, luchas y disgustos, llegarán a la cabeza, pero no sucederá lo que pensaban.
El resultado que se ha conseguido con la película, sin duda es bastante impactante, tanto a nivel visual como en su parte de acción, con unas escenas muy cuidadas y trepidantes; pero creemos que no llega a conseguir su objetivo, que por el tema de la película, debería de ser de protesta o social; así, tanto en su narración en la que se da más valor a tener una película tipo videojuego, con una meta, diferentes fases con problemas a superar e incluso jefes de fase para derrotar; como en su final en el que no queda nada claro si el director quiere darnos un mensaje esperanzador o pesimista.
En cuanto al sentido de la coproducción, aquí se nota que quien lleva las riendas es su director, habiendo creado una película con un ritmo muy típico del cine coreano actual (sobre todo el de los thrillers de acción), con algunas escenas de narración bastante lentas y otras de acción con un alto nivel de violencia, alternando el ritmo de manera que la película en global parece lenta, pero en verdad no hay ni un momento de parón y las transiciones entre distintos ritmos están muy bien ejecutadas, dejando lo más fuerte para la mitad del metraje, haciendo tanto la introducción como la conclusión tranquilas y sin sobresaltos. No obstante, se nota la mano de Hollywood en la película en algunas cosas como la poca profundidad de los personajes, cada uno con una misión, pero sin muchas emociones ni motivaciones reales; la duración de la película, en la que se quedan algunas cosas a medias o resultas de forma rápida, cuando se podrían haber entretenido más en contarlas; la reducción de violencia, sí que hay muchas peleas al estilo coreano, pero al final de todo la sangre que se ve es muy poca, casi todo es implícito; la falta de la típica paranoia, giros narrativos o sorpresas inesperadas típicas del cine coreano, aquí todo es bastante previsible, incluso el final; la inclusión de algunos personajes estrambóticos de los que suelen aparecer últimamente en la distopías americanas; o la necesidad de contar con palabras todo lo que sucede para que nadie se quede sin enterarse, a veces demasiado obvio para algunos…
Y como decíamos, el director Bong Joon-Ho (The host, Mother) ha preferido tener acceso a todo tipo de público y además de adaptar su manera de contar historias al estilo Hollywood, también ha elegido algunos actores famosos como Chris Evans (Capitán América) o Ed Harris (La roca) como protagonistas, dejando a sus preferidos Song Kang-Ho (Sympathy for Mr. Vengeance, The host) o la pequeña Ko Ah-Sung (The host) en un segundo plano y con unos papeles en los que casi no tienen ni guión.
En definitiva, como película de acción americana está bastante bien, unas escenas emocionantes y una imagen fuerte, pero como thriller coreano encontramos muchas cosas en falta, lo más importante la profundidad de personajes y la falta de un objetivo en la película.
- Lo mejor de la película:
La escena en el puente de Yekaterina, mezclando acción y humor.
- Lo peor de la película:
Esos aires de distopía paranoica, cuando su narración es tan lineal.
https://www.youtube.com/watch?v=6C827NwDMro