Hoy queremos hablaros de otra de las películas de Noboru Iguchi (uno de nuestros directores favoritos de cine extremo japonés), aunque esta vez no es tan extrema como las que nos tiene acostumbrados. The flowers of evil es en realidad todo un drama romántico, un live action basado en el manga del mismo nombre, que trata, como no, de colegiales y de relaciones extrañas e imposibles. Nos había quedado esta película en el tintero porque tampoco nos atraía mucho el argumento, pero ha resultado ser todo un descubrimiento. 

El protagonista es un colegial de lo más normal, bastante popular en su clase y sin ningún trauma que esconder, no como esas películas basadas en fracasados de la vida. Le gusta una chica de su clase y un día encuentra, por casualidad y sin que nadie se entere, su ropa de gimnasio, la cual no duda en inspeccionar e incluso oler como buen japonés reprimido sexualmente; hasta se la lleva a casa cuando no quiere que lo pillen. Sin saberlo, una de las chicas más raritas de clase le había visto y no duda en hacerle chantaje, pero no para sacar nada de él, sino por haber descubierto que en realidad es un pervertido igual que ella, así que le obliga a hacer un contrato con ella por el cual ella le irá guiando en sus aventuras amorosas y le hará darse cuenta de sus perversiones, él acepta porque en realidad hay algo que le gusta de esa situación y porque cree que así se podrá ligar a la chica que le gusta, pero la relación entre los dos se convertirá en algo más y juntos darán rienda suelta a todas las cosas que les estaban prohibidas y que les hacen sentir vivos, acabando incluso a evadirse a otra realidad. La relación se irá haciendo cada vez más intensa y se darán cuenta de que se necesitan el uno al otro, creando entre ellos una relación amorosa muy especial. 

Aunque os hayamos definido esta película como un drama romántico, no penséis que será la típica película sosa y pastelosa, aquí tanto la mente depravada de Iguchi como el manga (que es mucho más que sólo un drama) nos harán conocer una historia muy intensa y con algunos momentos para recordar (dentro de lo que son las relaciones adolescentes, claro, nada de fantasía). Además, no solo tendremos la parte dramática, sino que habrá muchos momentos humorísticos y también veremos lo que más nos gusta de las películas japonesas de colegiales. Para los que estén deseando algo más tratándose de jóvenes pervertidos, os avisamos que no encontraréis nada de sexo, aparte de ver al protagonista en calzoncillos, pero sí tiene algunos momentos más sensuales. 

Lo que más nos ha sorprendido es una narración muy buena, la historia no es tan original como parece, ya habíamos visto antes argumentos similares (el más allá en este tipo de películas sería sin duda Love exposure), pero la dirección en esta película es realmente buena, nada de intentar convencernos con extremismos fáciles o de mente depravada, sino tan solo una historia bien contada en su totalidad, bastante intensa y mezclando momentos de todo tipo para dejarnos una buena sensación una vez acabada de ver. Con un buen ritmo, es decir, nada de acción, pero con sus momentos bajos y altos coincidiendo con los sentimientos de los protagonistas. 

Los actores, pues son jóvenes promesas, sin destacar mucho en sus actuaciones y tirando mucho de esa sobreactuación tan típica en películas japonesas; la protagonista femenina nos ha convencido mucho más que su contrapartida masculina, pero también es por el papel que hacen, ella de mujer fuerte y dominante, aunque con sus inseguridades escondidas que irá dejando ver poco a poco, y él que empieza como persona normal y que acaba como el perrito faldero de ella, porque es lo que desea en realidad y en lo más profundo de su corazón; dos almas gemelas con mentalidades algo retorcidas que se juntarán y serán capaces de todo. 

Y por supuesto, destacamos la labor de dirección de Noboru Iguchi (Robogeisha, Machine girl) que se va superando a sí mismo como profesional y nos da una película al parecer juvenil y muy local, pero que en realidad la disfrutarán mucho más los adultos que hayan vivido experiencias quizás no parecidas, pero que les hagan recordar esta relación. 

En definitiva, aunque no sea una de las películas extremas a las que nos tiene acostumbrados, The flowers of evil es una película a tener muy en cuenta dentro del panorama cinematográfico japonés actual, quizás ya hayamos visto otras películas del mismo estilo, pero esta la hemos encontrado realmente bien. 

• Lo mejor de la película: 

Nos llega a mostrar unos sentimientos muy intensos. 

• Lo peor de la película: 

Fuera de los japoneses, quizás la encontramos muy poco real, en Japón tal vez no es así.