Día especialmente asiático en la cartelera del Festival de Sitges 2012, y es que creo que fue uno de los días que más películas asiáticas (no el que mejores películas, no creáis) y más estrellas asiáticas veremos, con una programación elegida básicamente por cuadrar horarios (como muchas este año), pero no nos fue del todo mal.

 

Empezamos a primera hora en el Retiro con Motorway y la presentación de la película por parte de su director (Soi Cheang) y su protagonista (Shawn Yue), que dedicaron escasas palabras para un bastante vacía, un lunes a primera hora de la mañana. La película no está del todo mal, persecuciones de coches made in Hong Kong con el sello de aprobación de Johnnie To; quizás algunos problemas más técnicos (como la iluminación), pero debidos a la falta de presupuesto (o haberlo gastado todo en estrellar coches) y que no le quitan la acción de la película.

 

Después de comer nos vamos a ver Headshot, no muy buena idea, porque lo que nos pensábamos que podía ser una película de tiros y acción, era en realidad una película más de autor, con su parte violenta y su atractivo, pero bastante lenta, cosa que para esas horas y el sueño que llevábamos encima, nos dejó fuera de combate (a dormir…); sin embargo, por lo que vimos, la película tenía muy buena pinta.

 

Y ya más tarde nos fuimos con algunas sorpresas de las que poco sabíamos (básicamente porque no se había hecho mucha publicidad tampoco), primera la tailandesa Modus anomali, con presentación y post screening de su director Joko Anwar; película que quizás empieza como un slasher bastante convencional, con un bosque lleno de trampas y un protagonista perseguido, pero que hacia el final, le da una interesante vuelta de tuerca y nos da una sorpresa que pocos se imaginaban.

 

La siguiente fue un regalito, y es que aunque no sabíamos de que trataba, nos habían hablado muy bien del último trabajo de Josh Wedon (guionista de Buffy cazavampiros), Cabin in the Woods, repasa los cánones del actual cine de terror comercial y los destruye con muy buen humor, en una película que puede hacer ver a los directores de Hollywood que ya es hora de cambiar el estilo un poco. La platea llenísima a reventar del Retiro lo disfrutó muchísimo.

 

Y la última película, y esta vez medio asiática (por parte del director) medio americana (por parte de los actores) fue No one lives, otra historia que también empieza como un convencional slasher de psicópata persiguiendo y matando a un grupo de jóvenes, pero que en lugar de jugar con los sustos y el suspense, prefiere hacerlo con la acción impactante, la violencia casi de gore y el carisma de su villano, que enseguida te cae bien.

 

En fin, un día bastante completo en general.