Ayer empezamos ya el Festival Nits de Cinema Oriental, y la verdad es que lo hicimos con muy buen pie; como siempre llegando a Vic con calma y saltándonos el pase infantil de primera hora a favor de poder dormir una hora más de lo previsto, saludando a todos los amigos festivaleros y a la mayor parte de la organización, que la verdad es que siempre se portan muy bien con la gente de prensa y cada vez se lo curran más en todos los sentidos; pero vamos a lo que os debe interesar más, que es el cine.

 

Ya os avisamos que esta semana empezaremos cada día con la divertida retrospectiva que nos han preparado sobre Stephen Chow, con unas cuantas de sus películas de todas las épocas en las que ha estado triunfando en el cine y de las cuales no hemos visto ni una, ya que es bastante difícil que traspasen las fronteras de Hong Kong.

Ayer vimos Legend of the dragon, la verdad es que una película bastante típica en su argumento, sobre un chico de pueblo que estudia kungfu, pero que su verdadera afición es el billar, así que su tío se lo lleva a Hong Kong para intentar apostar y hacer dinero con él, hasta que pierden las tierras de su padre, pero volverá a recuperarlas gracias a su confianza en sí mismo. Una película muy divertida, con un humor bastante chino, muy físico y lleno de referencias culturales, juegos de palabras, etc. disfrutable para todos los públicos, es una pena que no haya tanta gente interesada en clásicos como éste.

Justo después Quim Crusellas y Domingo Lopez nos presentan el libro publicado por el Festival en esta edición, dedicado a Stephen Chow, con toda su vida y milagros, películas, anécdotas y un poco más general sobre el cine de humor chino. Una gran recepción en el Casino de Vic dónde hasta nos dieron de comer.

 

Ya por la tarde, en la misma tónica de cine, deportes y humor, nos disponemos a ver Ironhead, el documental de una escuela de kungfu Shaolin en China, que intenta aplicar las enseñanzas de artes marciales en el futbol para que los niños estén más motivados y para poder venderse mejor al resto del mundo; cinematográficamente no tiene demasiado, pero siguiendo a dos de los estudiantes, nos hace darnos cuenta de cómo es la educación en sitios como China, muy severa e impuesta; además de ver que eso del fútbol shaolin sólo funciona en las películas, en realidad no tiene ningún sentido.

 

Para empezar con el ya típico día cantonés (o dedicado al cine de Hong Kong), que el festival completa con concierto, danza del dragón y comida típica, podemos ver Colour of the game, una película al más puro estilo Hong Kong noir y con muchísimas influencias de directores como Johnnie To, con una historia bastante típica sobre un grupo de hermanos en una tríada que son traicionados y emboscados para asesinarlos, así que deberán luchar por sus vidas al mismo tiempo que intentan descubrir quien está tras ellos. Una película bastante decente, pero con una imagen y una trama tan parecida a otros peliculones que hemos visto en el pasado que sin querer saltan las comparaciones y, claro, ni se acerca a las películas de los ’90.

 

Y acabamos el día con todo un clásico: Shaolin Soccer, la primera película que se pudo ver en la primera edición de éste festival, y seguramente la razón de ser del mismo, que ahora recuperamos en pantalla grande 15 años después. Creo que la mayor parte del público ya conocía y había visto la película, pero igualmente hubo un llenazo de gente increíble y las carcajadas no pararon en toda la noche, y es que es imposible resistirse a esta película por muchas veces que la veas.