Hoy ya acabamos con las crónicas del Festival Nits de Cinema Oriental, pero no dejéis de leer, porque creemos que nos queda por contaros lo mejor, que como muchas otras veces, llegó al final de la semana, como son las sesiones nocturnas o el maratón del domingo. Y después de esto ya os comentaremos el palmarés del festival y, como siempre, nuestros premios Katanas y colegialas, para seguir con las reseñas algo más trabajadas de las películas más extremas, las que más nos interesaron y las que nos apetezca escribir, en general…
Sábado no podía empezar mejor, para celebrar el 50 aniversario de Kamen rider, no pudimos ver aún el Shin Kamen rider, pero si nos deleitamos con dos clásicos de la saga, bastante potentes, llenos de acción y con una imagen nada infantil; y es que por primera vez en España pudimos ver a este mítico personaje de forma legal y en pantalla grande, todo un gozo para nuestros sentidos.
Pero como nos queríamos tomar el festival con ganas y descansados, nos saltamos las dos siguientes películas para poder comer tranquilamente y descansar un poco antes del último día, que siempre resulta muy potente.
Cuando volvemos al cine, vemos One second champion, un drama deportivo de esos de superación personal, pero con un pequeño componente de ciencia ficción (que al final queda bastante diluido), pero la verdad es que tampoco acaba siendo ningún drama, con un ritmo bastante bueno y unas peleas de boxeo impresionantes.
Y, como sabréis los que habéis estado alguna vez en este festival, nos plantamos a la noche más esperada de toda la semana (aunque dadas las circunstancias, no habrá sesión golfa…. (☹). Lo que no se va de ninguna manera es al noche India, por supuesto, con su cena local y con una película que este año era del sur, no de Bolllywood: Crack, para los que sabéis un poco, pues la típica película de policías corruptos y malhechores, con muchos bigotudos y unas leches que hacen temblar todo el cine; pues eso, diversión asegurada y de lo más extremo y exagerado que se puede ver ahora en cine.
Y aunque no tengamos una sesión golfa completa, sí que nos queda otra película extrema japonesa para acabar la noche, y una de las que más esperábamos nosotros; nada más y nada menos que Versus: Unparalleled violence, la secuela de Versus, que aprovecha los mismos personajes unos años más viejos para ofrecer un mediometraje de pura acción adrenalítica, casi sin argumento y lo más extrema posible, como debe ser una película con Tak Sakaguchi.
Ya el domingo empezamos bien pronto el día con el maratón de películas chinas de acción, de esas como las que solemos ver en el sello Made in China de la colección de DVDs y BluRays Trash-o-rama, de la que os vamos contando todas sus entregas.
Empezando por Shaolin pirates, que nos cuenta una buena historia y llenísima de acción, con unos protagonistas expertos en artes marciales y un ritmo que no para ni un momento. Seguidamente e inmediatamente vemos Taoist priest, una película de Ricky Lau con parte del reparto original del clásico Mr. Vampire; lo que parecía otra película de vampiros chinos, va más allá y se vuelve un caso de investigación lleno de trampas y malotes, también con unas muy buenas artes marciales y llena de acción, pero destacando la historia por encima de la acción. Para acabar con el maratón The rookies es la película china en la que aparece Mila Jovovich, aunque tampoco tiene un papel demasiado grande y, aunque la película tiene bastante acción y mucho humor, enseguida se vuelve bastante tonta y hace que perdamos todo el interés en ella.
Después de comer, otra sesión doble, por una parte, la divertida Mission possible, con una gran acción, mucho humor tonto, pero no lo suficiente como para aburrirnos de ella, una historia bastante potente y sobre todo muy buen ritmo que va creciendo poco a poco hasta llegar al gran final.
El día (y el festival) acaba con todo un peliculón, The eight hundred, una historia bélica sobre un momento muy concreto de la invasión japonesa al principio de la Segunda guerra mundial; una película bastante cruda, como debe ser una buena película bélica, pero también emotiva y con una historia que nos llega dentro. Las dos horas y media de película se pasaron muy rápidas, sin llegar a ser repetitiva y con muy buenos momentos.