Crónicas del Festival Nits de Cinema Oriental 2021: II

Nits de Cinema Oriental

Seguimos con nuestras crónicas de lo que hemos visto y vivido este año en el Festival Nits de Cinema Oriental, y como ya os hicimos una buena introducción contando los cambios y las mejoras que había habido este año, hoy vamos directo a lo que nos importa, que son las películas que vimos en el tercer y cuarto día de festival.

Esto lo hacemos no sin antes agradecer a toda la gente que pasó el festival con nosotros y que nos hizo disfrutar, porque cualquier festival de cine, si trata sólo de ver películas no está mal, ¡pero cuando puedes compartir momentos, comentarios y buenas experiencias con gente con la que estás bien, no tiene precio!

Super agent JK Rinne

Así el jueves empezamos el día, como no, con la sesión de la sección Akihabara, que este año nos muestra algunos buenos tokusatsu, y este día con una doble sesión de película de la Giga, ya sabéis, esa distribuidora japonesa que normalmente es algo de presupuestos bajos y haciendo películas como churros para un público muy concreto; en esta ocasión son puros tokusatsus, nada de sexo, ni de superheroínas sexys, ni torturas, ni nada de eso. La sesión Gingasaijor, todo un episodio de supersentai, como podría serlo de cualquier otra saga, bastante común y poco original, pero de una acción sin descanso, con lo que se disfrute de todos modos. Y más tarde, en sesión doble, vemos Special agent JK Rinne, esta vez algo diferente (para los que no estén habituados a las producciones Giga, que tiene muchas parecidas), pero en esta ocasión se trata de una colegiala luchando contra las fuerzas del mal, también llena de acción y con su buena dosis de braguitas de algodón blancas jijijii

Seguimos el día con Elisa’s day justo después de comer y, entre que la película no nos apetece mucho. Que el principio no nos engancha nada y que la hora lo propicia bastante, no podemos evitar quedarnos dormidos, y eso que las butacas del nuevo cine no son muy propicias; quizás la película más aburrida del festival.

Pero recuperamos con Shadows, que tampoco es ningún peliculón, pero que al menos es bastante original, con una lucha de psicólogos con poderes sobrenaturales que influyen en sus pacientes para hacer el bien o el mal respectivamente, y que con ello se juegan casi el destino de una ciudad entera.

Ya por la noche en la Bassa llega la proyección estrella del día y la mejor de las noches, por el momento, Shockwave2 de la cual no esperábamos mucho porque la primera parte nos pareció bastante predecible y aburrida, pero esta entrega se ha superado bastante, ofreciendo un guion mucho más interesante, unos personajes más trabajados y en general el mismo nivel de acción que la primera, pero con algo más de originalidad.

Tokyo dragon chef

Y con esto acabamos el día, para empezar el viernes de nuevo con Akihabara, esta vez más alejado del tema tokusatsu, pero más loco que nunca. Empezamos, sí, con un corto tokusatsu, muy loco y original, con una estructura típica, pero con unos personajes de oficina, en vez de jóvenes estudiantes. Seguimos con una película de animación (no anime) que nos deja loquísimos: Our sound, quizás con una animación que da un poco de pena (dicen que es todo rotoscopia), pero que contribuye a hacer la película mucho más divertida; bueno, al final unas buenas risas en el cine. Y otra película más de última hora para la sesión matinal del viernes, una de las más esperadas del festival (para nosotros), Tokyo dragon chef o la última de Yoshihiro Nishimura, que se tuvo que quitar de la sesión gola por motivos pandémicos y la vemos por la mañana; esta vez dejamos de lado todo el gore y las brutalidades habituales del director para ver una película de humor muy loca, relacionando la yakuza con el ramen, los youtubers, y mil cosas más.

Ya por la tarde, la primera sesión es Beast clawing at straws (Nido de vívoras) que ya habíamos visto y que ya tenéis reseñada en nuestro blog, así que no comentaremos mucho más.

Y más tarde un mediometraje de un catalán que vive y trabaja en Taiwan, Butterflies que nos lleva a un futuro distópico con una historia muy original y bien creada, quizás muy simplificada y buscando más la imagen que el mensaje, pero que ha quedado bastante impresionante y que, si sabes coger bien la metáfora, tiene mucho sentido en la situación histórica de Taiwan.

Por la noche en la Bassa otra pequeña decepción, pero básicamente por volver a proyectar una película muy familiar y muy blanca (que en realidad es lo que toca para estas sesiones a las que asiste todo el mundo), Secret Zoo no nos amargó demasiado, pero tampoco le vimos mucho la gracia; no es una mala película, pero es que para nada somos su público objetivo.

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