Crónicas de Les Nits de Cinema Oriental 2016 – primer día

Nits de Cinema Oriental 2016

Ya estamos un año más en Vic para el Festival Nits de Cinema Oriental, después de unos cuantos años asistiendo como Katanas y colegialas, disfrutando del mejor cine asiático con la mejor compañía y escribiendo estas crónicas para informar a todos los que no podéis asistir. Este año con bastantes cambios y un gran espíritu de superación y de intentar hacer el festival mucho más grande de lo que ya era hasta ahora, tanto en cantidad y calidad de películas, como en invitados, como en otras actividades.

 

Y tenemos un primer día sin demasiadas sorpresas respecto a lo que esperábamos, pero muy divertido y gozoso. Aunque nos saltamos la sesión infantil (cosa que no será el primer día que pasará), empezamos bien pronto en Vic y debemos hablar muy a a favor de la residencia que nos ha facilitado la organización, todo muy nuevo, limpio y moderno, esperamos poder seguir en el mismo sitio los próximos años.

Nits de cinema oriental
Godzilla en el Vigatà

 

Y ya vamos con el cine, como ya sabéis, este año hay una retrospectiva especial sobre el cine Kaiju, y no hay mejor manera de empezar el festival y la retrospectiva con el Godzilla original; no os hablaremos de la película porque ya lo hicimos en su momento, sólo de cómo se disfruta de una sesión tan clásica difícil de ver en cine, a pesar de algún problemilla técnico que nos creó un parón hacia el final de la película.

 

Nits de cinema oriental
Capitan Urias y la Songokumania

Después de comer llega al festival el Capitán Urias (de hecho ya había venido a ver Godzilla, eso tampoco se lo quería perder) para presentarnos su renovado y ampliado documental Songokumania, un repaso muy informativo y algo sentimental de todo lo sucedido y todo lo que somos la generación del Bola de drac; además de anunciarnos su inminente libro y repartirnos algunas fotocopias (ya sabéis de lo que os hablo).

 

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Do da cat

Asistimos también a la inauguración de la exposición Do da cat, una pequeña muestra de arte en la que 16 artistas de distintos campos han decorado unos maneki nekos comprados en bazares chinos de distintas formas, y vemos de todo, pero nos llama especialmente la atención uno caracterizado como un fantasma japonés.

 

Y ya acabamos con dos películas dedicadas a Japón, el país invitado de este año; la primera de ellas es The chase of Hana and Alice, una muestra de animación hecha dibujando encima de imágenes y película reales, que no acaba de quedar demasiado bien visualmente; eso ya nos echa un poco para atrás a la hora de valorarla, aunque la historia sea de colegialas. La película empieza con algo de intriga y un poco de interés, pero en seguida se termina y se convierte en una pequeña comedia de enredos con un argumento muy simple y tirando más de la relación que se va creando entre las dos chicas, que de una historia correcta.

 

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Concierto de White Noise

Como no, acabamos el día en La Bassa (para los que no lo sepan a estas alturas, la sesión de la noche siempre es al aire libre), con cena japonesa y alguna cosa más, entre ellas un pequeño concierto del grupo White noise, que aunque sean de aquí tocan un estilo con influencias japonesas, incluso la gente se viene arriba al oír el opening de Dragon ball; seguimos con la chica del anuncio del festival intentando enseñarnos a bailar la coreografía, aunque sin demasiado éxito. Y finalizamos el día con la película The mohican comes home, y aquí nos sabe mal hablar en contra del festival, pero no fue una película demasiado acertada para una inauguración como ésta, en la que teniendo una gran afluencia, se acabó con la mitad de las sillas vacías por la gente que se despedía sin ni siquiera terminar de ver la película, y es que se trata de una comedia/drama sobre un padre con cáncer terminal a punto de morir y un hijo que había sido un rebelde y se había alejado de su familia, pero ahora se da cuenta del valor de ésta e intenta hacer feliz a su padre cumpliendo sus deseos antes de morir. Todo con un sentido del humor no muy comercial ni muy exagerado y con un drama no demasiado intenso, además de ser muy previsible y tener un ritmo bastante lento; es por eso que la película no podía triunfar demasiado, al menos con un público occidental en un momento en que estaba dispuesto a ver una película que le sorprendiera.

 

 

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