Seguimos con cine japonés reciente, pero ahora no estamos viendo las grandes superproducciones, sino algunas películas más olvidadas o más cutres y difíciles de ver en circuitos habituales. Hoy os traemos todo un kaiju llamado Dai kaiju mono, algo más cercano a Ultraman que a Godzilla, por supuesto una serie B que es cutre porque sí, para hacer reír o para homenajear a los clásicos del género; aunque con el director que la ha hecho, seguro que ha pensado en las tres cosas, y la verdad es que nos ha hecho reír bastante.
La historia es la típica, en Japón están apareciendo algunos objetos muy raros y antiguos (de la era prehistórica); entre ellos unas plantas que ayudan a un científico a conseguir la sustancia en la que estaba trabajando hace años y que es capaz de potenciar el gen humano, pero también un monstruo gigante parecido a un ser mitológico chino. Ese ser es invencible con las armas humanas convencionales y se dirige a Tokyo dónde puede arrasar toda la ciudad, cuando descubren que es un ser de fuerzas magnéticas que tiene que ser combatido con fuerzas magnéticas opuestas (el yin y el yan), así que el científico hace la prueba con la sustancia que ha conseguido sintetizar y la inyecta a su ayudante, que crece hasta las dimensiones del monstruo además de ponerse todo cachas; en una lucha de wrestling lo vence sin problemas, pero después de escapar, el chico se volverá un ídolo de Japón, apareciendo en TV, siendo alabado por todos, etc. y cuando vuelva el monstruo ya se habrá dejado tanto que no será capaz de volver a vencerle. Al final deberá entrenar duramente para un tercer round.
Aquí solo os hemos contado la trama principal, pero hay una montón de tramas secundarias que le dan mucha más vida a la película, entre ellas la del hermitaño que vive en las montañas y que es el único que sabe como vencer al monstruo, la de la hija del científico que acaba enamorada de su compañero cuando se pone cachas, la de una mafia que busca un objeto especial del científico, su agente que tendrá que camelarse al protagonista para arrebatárselo, la de un extraño objeto encontrado en el bosque… y alguna más que aun nos dejamos por contar.
Todo esto siguiendo una base humorística absurda, típica de salpstick con mil bromas a cada momento (aunque no vengan a cuento), con muchas situaciones ridículas y personajes estrambóticos que nos harán reír sin poder parar (si os gusta este tipo de humor… a nosotros nos encanta).
El director, además se las arregla para meter algo de crítica social (sobre todo contra los políticos y otros grupos), un poco de homenaje al cine kaiju más clásico (para que se note que no es una burla, sino un homenaje) y una buena mezcla de géneros, en la que sin saber cómo lograremos ver cosas tan dispares como viejos con cosplays de Sailor moon, chicas molonas vestidas de cuero dando una paliza a los malos, políticos quedando en ridículo, entrenos a lo Rocky, bromas locales japonesas, gente siendo tragada por el monstruo sólo por decir cosas que no le gustan al director de la película, y un final completamente inesperado, ridículo pero para partirse de risa (como el resto de la película).
Técnicamente tenemos una serie B hecha aposta, con muy pocos efectos digitales y recurriendo a los clásicos del género, con monstruos de látex, maquetas a cascoporro, algunos rayos y demás en plan cutre, un protagonista al que cambian de actor para interpretar a las tres transformaciones (así no tienen que currárselo tanto), uno combates de wrestling lo más parecidos al pressing catch que todos conocemos (y que es tan admirado en Japón)… bueno, sólo mirad el tráiler y os haréis una idea del nivel de la película.
Además, como es corta y tienen que suceder tantas cosas, es una de esas películas que se pasan en un abrir y cerrar de ojos, con un buen ritmo y sin que dejen de pasar cosas nuevas o mostrar bromas absurdas en ningún momento.
El director de la cinta no es otro que Minoru Kawasaki (Executive koala, Kalamari wrestler) que ya nos deja ver aquí sus aficiones personales y que aparecen en todas sus películas, además de su humor absurdo, pero con algo de inteligencia detrás; esta vez con luchadores profesionales como protagonistas y algunos cameos de humoristas famosos japoneses.
En definitiva, una buena película para no dejar de reír si os gusta el humor absurdo japonés, los kaijus tradicionales y la lucha libre, y es que con un director como este nada puede fallar, sea lo que sea sabemos que tendremos risas aseguradas.
- Lo mejor de la película:
El final es para caerse de culo.
- Lo peor de la película:
Algunas referencias y cameos que no pillamos por no ser japoneses.