Empezamos con las reseñas del Festival Nits de Cinema Oriental de este año, la verdad es que este año nos ha quedado mucho cine asiático extremo por reseñar, pero empezamos por el principio, que es Graceland, como no, una película filipina (país invitado en el festival) de cine negro, bastante cruda y realista que nos muestra una realidad del país asiático que pocas veces podemos ver en el cine. Nos ha sorprendido bastante el poder ver esta película, ya que no pensábamos que pudiera haber un cine negro hecho en Filipinas con buen criterio y de buena calidad.

La historia empieza con el chofer y ayudante de un político importante de Filipinas, él tiene una mujer hospitalizada y una hija pequeña de la misma edad que la de su jefe, así que muchas veces las lleva a las dos juntas al colegio y ellas se van haciendo amigas. Un buen día el político se ve envuelto en un escándalo sexual en el que se le relaciona con la pederastia y la prostitución infantil, y por eso su carrera se ve comprometida, con lo que despide a su coger, que era el único que conocía su secreto; pero antes de ser despedido y llevando a las dos niñas a casa, el coger es atacado por unos secuestradores, que por error matan a la hija del político y se llevan a la suya pensando que han hecho al revés. Entonces el coger tendrá que medio colaborar con los secuestradores para rescatar a su hija, haciendo pensar al político que las dos están secuestradas y que deberá pagar el rescate para que las liberen. En el proceso se meterá la mujer del político, unos policías bastante corruptos, mientras nuestro protagonista tendrá que disimular por el bien de su hija y la entrega del dinero no irá tal y como habían esperado. Pero él hará lo que piensa que es mejor e intentará salvar a su hija aunque tenga que hacer cosas desagradables.

Aunque tenga un principio bastante común, y más para nosotros que la vimos sin saber exactamente de qué trataba, en un momento tenemos el secuestro, que nos muestra una escena de acción potente y bastante impactante, todo muy inesperado; más tarde, la trama va transcurriendo de modo tranquilo pero sin pausa y manteniendo la tensión en unos niveles bastante altos; no es una película de acción, pero como thriller de secuestros y tratos con criminales funciona bastante bien, eligiendo para ello un desarrollo y manera de contar la historia algo clásica.

Sin embargo, no es aquí dónde radica la fuerza de la película, sí que es verdad que sólo con esta parte tendríamos una película muy decente y admirable, pero sin nada especial que la diferencie de otras del mismo estilo; lo que hace a esta película distinta es sin duda todo el contexto de políticos y funcionarios corruptos, mezclados con el ambiente degradante de las grandes ciudades de este país, en el que cosas como la prostitución infantil parecen hasta casi normales; y como estos dos ingredientes se van metiendo en la historia y van afectando a los personajes cada vez más, hasta convertirse en lo más importante de la película y casi girar todo en torno a ellos.

A parte de eso, podemos deciros que toda la imagen es bastante oscura, incluso en los momentos de día, con tonos muy grises en todo momento para hacernos ver lo peor y más bajo de la sociedad. Con un desarrollo de la historia en el que parece que nada va según lo previsto para nadie y podemos sentir claramente la desesperación de todos y cada uno de sus protagonistas, con una gran tensión en todo momento, con algunas imágenes tremendamente impactantes y escenas que nos llegarán a poner los pelos de punta, y no por su terror o por lo explícitas que sean, sino porque nos damos cuenta de que eso podría ser la realidad del panorama actual.

El director Ron Morales es bastante novato en este papel, pero ha trabajado en una gran cantidad de películas tanto asiáticas, como de Hollywood como cámara, fotografía y técnico en general, y esto se nota en la buena imagen que tiene la película, que todo y tener un presupuesto bastante reducido, no se nota en ningún momento.

En cuanto a los actores, no encontramos nada destacable, aunque todos son bastante conocidos en su país.

En definitiva, un buen thriller que seguro que os sorprende tanto por su forma como por su contenido, no es una obra maestra, pero sabe muy bien como captar la atención y pensando que está hecho en Filipinas es más de lo que podríamos imaginar.

• Lo mejor de la película:

El primer momento de secuestro y los minutos de después son excepcionales.

• Lo peor de la película:

Quizás puede herir la sensibilidad de algunas personas, sobretodo padres de menores.

https://www.youtube.com/watch?v=9TefQLJDMSE