¿Recordáis esa película en la que los japoneses se hacían pasar por chinos en un momento de su historia? Pues ya tiene una segunda parte, en la misma onda y con el mismo personaje: Kingdom 2: to distant lands es, de nuevo, una película japonesa ambientada en los Warring States, el momento en el que China estaba formada por distintos reinos en guerra antes de su unificación; en cambio, respecto a su primera parte, aquí ya no nos encontramos con un wuxia, sino con una película bélica, no con la típica película de género china, llena de estrategia militar y bien sobria, sino con una aventurilla en medio de una guerra, algo más ameno y entretenido.
El protagonista es Shin, el mismo que en la primera parte, que después de salvar al rey, un rey en el que cree y que intenta unificar todo el territorio, se apunta al ejército para poder ser útil y porque es la única manera de conseguir su sueño de convertirse en general; pero como es no tiene ningún rango, le toca estar con la infantería (la carne de cañón), que atacará primero para debilitar las filas enemigas antes de intentar tomar una colina que es clave para la estrategia militar. En el ataque, se juntará con un grupo de perdedores que acabarán siendo su batallón y que empezarán triunfando más de lo que nadie creía, acabando con un gran grueso del ejército enemigo, empezando la subida a la colina ellos solos, juntándose con un grupo de caballería después de acabar con varios enemigos y finalmente tomando la colina y derrotando al general; pero allí no acabará todo, sino que tan solo será el inicio de la guerra en la que ya intervendrán ejércitos enteros y en la que Shin se verá implicado de lleno.
Es imposible no comparar esta película con su primera parte, sobre todo con la diferencia de géneros que hay entre las dos; la primera era una película simpática, divertida y emocionante, una aventura bastante emocionante y llena de sorpresas; mientras que ésta tan sólo se centra en una sola batalla, y aunque tenga alguna sorpresa y esté rodada como aventuras en vez de como la típica película bélica, encontramos que se queda un poco corta en cuanto a diversidad y a lo que nos gusta ver un buen wuxia lleno de aventuras dispares y llena de nuevos personajes, la evolución del héroe, etc.
Ya fuera de toda comparación, esta película no se centra en la batalla en sí, sino que va siguiendo a nuestro héroe, que es un luchador excepcional y que podrá enfrentarse con todo, manteniendo viva la figura del héroe más Shonen, que quizás no es el más fuerte, pero sí el que tiene más persistencia y el que derrota a cualquier enemigo con tan solo proponérselo. Con escenas emocionantes y llenas de acción, grandes luchas multitudinarias y de uno contra muchos, alguna estrategia (algo simple) para derrotar a los batallones enteros de enemigos con la inteligencia más que con la fuerza, pero también con luchas de espadas por todo lo alto. Hablando de las luchas de espadas, éstas intentan ser espectaculares, con mucho movimiento, saltos, piruetas, etc. Pero la verdad es que dejan un poco que desear, si nos fijamos realmente en lo que está ocurriendo en la pantalla más allá de dejarnos deslumbrar por los efectismos, en realidad todo es un poco cutre, las luchas acaban dando un poco de risa, sobre todo la de la caballería; eso sí, también hay algunas bien trabajadas, pero son sólo las de uno contra uno.
A parte de eso, la película tiene muy buen ritmo, es de lo mejor que tiene, y es que la acción no para, así como la motivación de sus protagonistas, con algunos personajes molones (aunque muchos menos que en la primera parte de la película), es un no parar para el espectador, buscando el espectáculo fácil, pero con un aire muy de anime, lo que a los japoneses les encanta; no en vano, porque en realidad es un live action, pero como siempre, creemos que el manga es mucho más brutal que la película (aunque hemos visto algunas imágenes y parece bastante fiel, al menos en la estética).
El director es Shinsuke Sato (Gantz, I am a hero), todo un experto en live actions, aunque con algunos aciertos y alguna que otra decepción, en este caso, para nosotros, ha sido un poco decepcionante, aunque quizás para los fans del manga no lo sea tanto.
En definitiva, una película bélica con más de espectáculo fácil que de estrategia o de grandes batallas entre ejércitos, con un buen protagonista y una historia bastante decente, pero inferior a su primera parte, al menos en cuanto a entretenimiento.
- Lo mejor de la película:
El carisma y ese carácter tan Shonen del protagonista.
- Lo peor de la película:
Un poco falta de contenido.