Hoy os traemos una película de la que teníamos muchas ganas de escribir y recomendar, una pieza de cine asiático (extremo en algunas partes) que no sorprendió en cuanto la vimos (aunque también es cierto que íbamos sin ninguna referencia), pero que creemos que puede gustar a todo el mundo, hasta a los que no sean tan extremos. Se trata de Let’s go! Una aventura hecha en Hong Kong relacionada con los tokusatsu y los héroes japoneses, haciendo un buen homenaje, pero quizás no de la manera que todo el mundo podría esperar, no como nos muestra el póster haciendo una parodia o una copia de esas series, sino de una manera algo más especial.

La historia trata sobre un par de chicos que viven en Hong Kong y que desde pequeños han sido muy fans de todas las series de héroes japoneses (en este caso Space Emperor God Sigma, pero podría ser cualquiera); uno de ellos es bastante fracasado, no sabe hacer casi nada bien, pero tiene un gran espíritu y muchas ganas de ser un héroe, el otro es un gran luchador, pero tiene un trauma infantil desde que su padre murió intentando parar unos delincuentes cuando él era pequeño. El protagonista (el luchador) ingresa en una banda de mafiosos como guardaespaldas y su misión principal será la de proteger a la hija del jefe; junto con ella y con su amigo imaginarán que son un trío de héroes que pueden salvar a toda la humanidad. Todo se estropea cuando los guardaespaldas de la banda son traicionados y atacados, y ellos más tarde se vengan acabando con los jefes y tomando el control de la banda; entonces, el protagonista intenta luchar por sus principios y es vencido, incluso le arrancan un brazo. A partir de ese momento pierde todo el espíritu de lucha, hasta que sus amigos intentan vengarle y acaban mal, es entonces cuando pasa a la acción con una gran ayuda.

La película empieza de forma muy entretenida y divertida, en un barrio normal y con las vidas de dos chicos jóvenes que no hacen nada más que soñar; en poco tiempo nos enseña que no solo tendremos esto durante todo lo que dura, sino que además habrá unas muy buenas luchas, momentos muy sentimentales y buenas escenas de acción. Y no nos defrauda, durante todo el transcurso de la película pasamos de unos momentos a otros, llegando a los extremos del humor más tonto, hasta los momentos más emotivos, pasando por una acción realmente espectacular (sobretodo en el tramo final).

La historia puede parecer algo simple, pero no es lo más importante en la película, sino que se adorna muy bien con unos buenos escenarios (desde los barrios pobres de Hong Kong, hasta grandes mansiones, hasta algún escenario casi irreal), unos diálogos con mucha chispa, unos cambios entre escenas que nos sorprenden por su originalidad, unos personajes con una personalidad muy marcada… Y sobretodo por el inmenso cambio de tono entre la primera mitad de la película y la segunda, algo que puede afectar a muchos y dejarlos desconcertados, lo que les hará no disfrutar de ella en toda su plenitud, por eso recomendamos un segundo visionado, el primero para quedarse con la sorpresa que nos depara y el segundo para simple disfrute.

Como decíamos, el homenaje a las antiguas series de superhéroes no es nada convencional, sino que (suponemos que por ser el director de la película de esa generación) se hace tan solo de cómo afectó a toda una generación de niños, que ahora han crecido con unos ideales muy marcados y un sentido moral definido por lo que les inculcaban esos héroes (ayuda al prójimo, no dejar crímenes sin resolver, darlo todo por la gente a la que quieres…).

El director Wong Chin Po (del que ya os habíamos contado Revenge: a love story), creemos que ha evolucionado mucho desde su último trabajo, aunque sean estilos completamente distintos, aquí nos hace un perfecto ejercicio de mezcla entre distintos tonos y sentimientos.

Los protagonistas son Juno Mak (Revenge a love story) y Stephy Tang (East meets west), aunque no son una maravilla interpretativa ninguno de los dos, cumplen bien con su trabajo y han sabido en cada momento hacer reír y emocionar al público.

En definitiva, solo aconsejaros que ni siquiera leáis esta crítica, ni ningún resumen de la película y os dejéis sorprender por ella, creemos que tiene más gracia de esta manera.

• Lo mejor de la película:

El repentino cambio de humor que adopta toda la película justo después de la primera hora del metraje.

• Lo peor de la película:

Algunos comportamientos de los personajes que aquí son difíciles de entender, pero que seguro que tienen su significado.