Después de la avalancha de título nuevos de cine asiático que tuvimos tanto en el Festival de Sitges, como en el de Les Nits, nos vamos a poner con algunas cosas que teníamos pendientes, tanto de novedades, como de cosas que teníamos pensadas; y empezamos hoy con una de las últimas entregas de la colección Trash-o-rama, que precisamente trata sobre zombies (y en algunos casos con colegialas) en una entrega titulada Tokyo zombies que nos trae puro cine de Serie B japonés, mucho trash tal y como dice el nombre de la colección. Lo haremos en dos sesiones dobles, empezando hoy por las películas un poco más antiguas (de los ’90): Junk y Living dead in Tokyo bay.

Junk empieza con un grupito de pequeños maleantes que roban una joyería y pretenden vender la mercancía a un grupo de yakuzas chungos; todo parece un buen trato, pero el punto de encuentro para hacer el intercambio es una fábrica abandonada en la que, sin saberlo, el gobierno americano había estado llevando a cabo algunos experimentos de resurrección de los muertos, que habían convertido a algunos cadáveres en zombies. Por supuesto, durante el encuentro aparecen los zombies, que interrumpen comiéndose a quien pueden, con lo que tanto las joyas como el dinero quedan perdidos, pero esto no es lo más grave, sino que con sus ataques despiertan a más zombies y tendrán que huir cómo sea. Por suerte, una de las ladronas es una chica fuerte y decidida que podrá batallar a lo bestia, incluso mejorando al ejército que se presentará después con un científico para ver si pueden pararlo o deben hacer volar toda la fábrica.

Esta es la típica película de zombies de Serie B, con los típicos personajes (el yakuza malote, el intento de yakuza, los soldados americanos, el científico loco, el otro científico cuerdo, la chica potente, los zombies cutres y malmaquillados, la jefa zombie muy potente, etc.) con el típico argumento, las típicas escenas de acción… todo nos recuerda a otras películas cutres de zombiexploitation, pero esta vez hecha en japón, que o es lo habitual (o no lo era en los ’80 cuando se hacían estas películas).

Por supuesto hay algunos momentos de risa, con su cutrez y sus malísimos actores (los americanos, los peores), pero también hay bastante acción (aunque no sea gran cosa) y lo que más nos ha sorprendido es un nivel alto de gore, sangre y mutilaciones, y eso es lo más atractivo de la película.

En definitiva, una película que nos recuerda a cualquier típico zombiexploitation de los ’80, pero añadiendo una Girl with guns bastante potente y con personalidad y sobre todo mucho gore y sangre; nada nuevo, pero disfrutable.

Living dead in Tokyo Bay (Battle girl) empieza con un meteorite que cae sobre Tokyo y empieza a transformar a las personas en Zombies; el ejército intenta controlarlo, pero entre la pandemia y los disturbios de los que quedan vivos, todo se descontrola. Entonces llaman a una chica y le dan una misión y un traje de batalla experimental para poder cumplirla; al principio pensamos que la misión es la de liberar a Tokyo de los zombies, pero en realidad es sólo la de encontrar a su padre (un general del ejército) y ayudarlo. Sola o con la pequeña ayuda de un grupo de jóvenes supervivientes, se deberá enfrentar a los zombies, al ejército que tiene sus propios planes y a un grupo de asesinos modificados genéticamente con el virus que tienen la misión de matar a cualquiera que encuentren (ya sea zombie o humano) para asegurarse de que se cumpla la misión de su padre de evacuar a los supervivientes sanos y salvos.

Ésta es sin duda la mejor película de este fascículo, la que ya se ha medio convertido en un clásico de la Serie B; no sólo por ser una película de acción cutre sobre zombies o por las risas que les provocará a los fans del cine cutre en algunas de sus escenas (sobre todo en las batallas contra el grupo de asesinos); sino por ser una genuina y original Girls with guns, con una ambientación post apocalíptica nunca vista en este género y una chica más fuerte que mona.

La narración y la dirección de la película no están del todo mal, pero por supuesto, acusa mucho la falta de presupuesto, tanto en los maquillajes zombies, como en los trajes y armas de todos los militares y asesinos, incluso con el que debería ser el super traje de la heroína; pero sobre todo en las actuaciones, que son demenciales y es lo que más risa da.

En definitiva, una película de acción de Serie B, que da más risa que miedo o emoción, con una protagonista que debería ser muy molona, pero en la que todo el mundo es un poco ridículo; incluso así, con esa historia y esa estética, lo hemos pasado bien.