Hemos tenido otro día bastante tranquilo, pero con algunas películas interesantes en el Festival de Sitges de este año, y es que para no morir de sueño en el intento, vamos alternando los días completos de películas con los días de menos películas y poder dormir una mañana o una tarde tranquilamente. Pero bueno, porque al final lo hemos podido combinar de manera que pudiéramos hacer esto sin perdernos ninguna de las películas que de verdad queríamos ver (eso sí, tampoco hemos visto casi películas de relleno).

 

Empezamos de nuevo con otro thriller coreano, que nos da un poco de miedo porque este año el nivel de este tipo de películas no está siendo muy alto; pero nos llevamos una grata sorpresa con A hard day; una película de policías con un guión bastante decente y una puesta en escena muy completa, eso sí, sin demasiada acción ni tensión, pero esta película que empieza con un pequeño accidente y que al protagonista se le va complicando la cosa cada vez más hasta hallar con un complot bastante importante, al menos es original y entretenida, no es ninguna obra maestra, pero quizás la mejor coreana del festival.

 

Tenemos una pequeña sorpresa antes de empezar con la próxima película, y es que nuestro amigo Quim Crusellas, director del Festival les Nits y realizador de los videos que estamos viendo en Sitges, ha hecho, junto con mucha más gente, un proyecto video-musical llamado Salem: sed de vida que les ha quedado bastante bien, si sois fans del heavy metal, os gustará seguro.

Nos quedamos luego un rato más en Brigadoon para ver una selección de cortos de bastante buena calidad y hacer lago de tiempo hasta la próxima película…

 

… que es nada más y nada menos que Adieu au langage 3D, el último experimento de Jean-Luc Godard; ya sabíamos que la película no nos iba a atraer en absoluto, porque este tipo de cine no es lo nuestro, pero decían de ella que jugaba con el 3D como ninguna, y no se equivocaban, aunque para nosotros se trata de un manual de qué no hacer con una película en 3D: imágenes superpuestas con dos profundidades distintas, cambio rápido de planos largos a planos cortos… todo un mareo para el ojo humano.

 

Volvemos a Brigadoon, ya os avisamos que este año había muchas propuestas interesantes, aunque esta vez vamos a ver La venganza de Satan, una de las publicadas por Trash-o-rama y que ya habíamos visto, pero teníamos ganas de ver en una pantalla como Dios manda; nos sorprende sobre todo la gran afluencia de gente para ver una película de este tipo a las 11 de la noche de un miércoles, y lo que disfrutaron todos.

 

Y acabamos el día a lo grande con R100 de Histohi Matsumoto, otra película que ya habíamos visto y reseñado en el blog, pero de la cual no podíamos dejar escapar la ocasión de verla en cine, sumándole el no cansarse nunca de ver esta película por muchas veces que la veamos; aquí por el contrario, nos decepcionó la poca gente que había en la sala, y eso que era una película a competición; esperamos que en el próximo pase de hoy se llene más.

 

Y con eso ya queda poco para terminar el festival.