Crónicas del Festival de Cine de Sitges 2021: Tercera parte

Festival de Sitges 2021

Seguimos con nuestras crónicas del Festival de Cinema de Sitges, dónde os explicamos no sólo el cine asiático extremo, sino todo lo que vimos aprovechando el festival; y ya nos plantamos a mitad de la semana, habiendo visto un poco de cine asiático (no mucho), pero con algunas propuestas muy buenas y mejores expectativas de lo que estaba por llegar.

Last of the wolves

Lunes empezamos el día como siempre en la primera sesión para prensa, con una asiática a la que le teníamos bastantes ganas: Last of the wolves, la segunda parte de Blood of wolves, que vimos en este mismo festival hace algunos años. La película muy en la línea de la primera parte (y no esperábamos menos), una de yakuzas y policías ambientada en los ’80, y por definición muy en el estilo del cine de este género de finales de los ’80 y principios de los ’90, con un argumento y estilo bastante clásico, pero no por eso despreciable, al revés, como ya no se hacen muchas películas así, agradecemos poder verlas. Muy recomendada para todos los fans del cine de yakuzas, para el resto, puede entretener, pero se quedará en una película más, sin mucho aliciente.

Ya después no vemos nada más en todo el día hasta la medianoche en la que disfrutamos de Mad God, otro stop motion bastante distinto del que ya habíamos visto; era una película muy esperada por diversos motivos (su director es un grande de los efectos especiales, había tardado 8 años en hacerla…) tonterías de esas que en realidad son puro marketing. La verdad es que técnicamente es una pasada, un stop motion no sólo de plastilina como los otros, sino usando una gran complejidad de materiales para que parezca más realista, también toda al ambientación es increíble, la película representa a la humanidad intentando llegar a los rincones más profundos y escalofriantes de la Tierra (una Tierra distópica y llena de monstruos y peligros) para volver a conseguir el poder; y la verdad es que este universo creado es fascinante, aunque no haya nada de guion, es una pura bizarrada visual para fardar de algo técnicamente muy complejo.

Ya al día siguiente, empezamos con unas nuevas expectativas y un nuevo planing bastante distinto. Para empezar, vemos el único anime que nos ha llamado la atención en esta edición (hace unos años los veíamos casi todos, ahora con uno al año ya nos basta). Pero la de este año es de Mamoru Hosoda, que no suele hacer nada malo y, aunque no nos interesa demasiado verlo en persona ni la rueda de prensa, sí que vemos Belle, su particular versión de La bella y la bestia, todo muy centrado en las redes sociales, el bulling, el maltrato infantil, etc. muy actual, vaya. Pero al final resulta ser una película preciosa, llena de color y de música y con un gran mensaje; quizás visualmente muy impactante, pero a nivel de emoción no tanto como otras suyas.

Freaks out

Y ya, por la tarde tenemos una buena sesión doble de Paul Naschy, la primera presentada por Cine Asia y la primera película en la que Naschy colaboró con Japón, más concretamente con el estudio de Toshiro Mifune: La bestia y la espada mágica. Y no solo colaboró, sino que nos transporta a su personaje más famoso Waldemar Daninski hasta Japón para deshacerse de su maldición, pero allí tendrá que luchar contra samurais, ninjas y hasta con un tigre gigante. Excelente en sus dos partes, la primera de introducción medieval al personaje y la segunda en su aventura a Japón, aunque la segunda mucho más original e incluso bien trabajada; no os diremos que sea una buena película, pero sí muy divertida, llena de acción y una gran exponente del fantaterror español.

Justo seguido, vamos con otra de Paul Naschy incluso mucho más bizarra que la anterior: El aullido del diablo, dónde protagoniza su propio hijo (quien nos hizo personalmente la presentación de la película); aquí se le va un poco sobre todo con los diálogos, todo muy bestia y sacado de contexto, con una historia muy original, pero muy barroca y con apariciones de todos los monstruos de su filmografía.

Ya por la noche, la que quizás fue la sorpresa más grande del festival: Freaks out, que ya venía avalada por un director que convenció en su ópera prima y un tráiler muy fantástico; es quizás una buena revisión del clásico Freaks, la parada de los monstruos, pero mucho más familiar y dotándola de un gran espectáculo; unos freaks de feria que se ven perdidos en una Italia dominada por los nazis; con mucha diversión, fantasía, un poco de cine bélico, bien de acción y de emociones, todo muy redondo para hacer una película capaz de encantar a cualquiera.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *