Último día en el Festival Nits de Cinema Oriental en Vic, ya se acaba la diversión, pero todavía nos queda el final y un día más o menos tranquilo con pocas películas que ya nos deja la organización para no estresarnos después de una noche a lo bestia con la CATIII; de todas formas, algunas de las películas muy esperadas por nosotros siempre son en el fin del festival.
Empezamos el día tranquilamente a las 12 de la mañana, y es que , sabiendo que todos habíamos dormido poco, el festival ya no piensa en poner una sesión matinal en domingo, ni una infantil porque los niños hacen otras cosas este día. Pero cogemos la primera con muchas ganas, ya que es el único wuxia que podremos ver este año: The golden monk, y es que, como mínimo tiene que haber una película de este género en cada edición, ya que es un género, quizás ahora cambiando de estilo y muy distinto a lo que conocíamos hace unos años, pero que define muy bien una parte del cine chino y de Hong Kong. La película no decepciona, muy divertida, llena de acción y efectos especiales, con mucha magia, espadas, monstruos, etc. todo lo que se puede esperar de un wuxia.
Después de comer (y ver el coche derribando las cruces amarillas plantadas en la plaza de Vic, un hecho que ya se ha convertido en noticia en toda España y que pudimos vivir en primera persona) la primera película de la tarde es Namiya, una tragicomedia china con un Jackie Chan haciendo el papel de librero sabio y empático; nos confirman que la película ha gustado mucho, por desgracia, llevamos el cansancio acumulado de toda la semana y no podemos aguantar, nos dormimos para poder tener fuerzas para ver la clausura, a la que í que tenemos muchas ganas.
Antes de terminar y de dar los premios oficiales del festival, asistimos a una de las novedades más fuertes que ha habido este año: el Vicsudon, una recopilación de cortos malos al estilo Tetsudon, pero creados durante la semana del festival y con algún tipo de relación con Vic, el Fetsival y el cine asiático. Ya sé que es la primera edición de esta iniciativa, pero la mayoría de los cortos que vemos o no tienen ninguna gracia o no tienen relación con nada del festival; por suerte ganó quizás el único que tenía relación con Vic, el festival y el cine asiático, una especie de Kaiju con un cerdito y una superheroína catalana.
Después de los premios (que os contaremos mañana), vemos la última película del festival ya fuera de concurso: Fist and faith que se nos había vendido como el Crows Zero chino, pero que en realidad es mucho más que eso, ya que mezcla comic con película real, nos da una lección de rebelión contra la opresión (en este caso de Japón, pero que puede trasladarse a cualquier escenario) e incluso tiene una gran parte humorística bastante buena. Al final nos resulta una película redonda para cerrar el festival y despedirnos de todos hasta el próximo año, que por cierto ya se ha anunciado que durará una semana completa, de lunes a domingo en vez de empezar en martes; más noticias durante el año.
