Acabamos de pasar el ecuador del festival Nits de Cinema Oriental, y seguramente también el día más extremo y más celebrado por Katanas y colegialas, aunque aún nos quedan algunas sorpresas por llegar, últimamente nos estamos saltando todas las sesiones infantiles porque a todo es imposible llegar y preferimos las sesiones nocturna y maratones (comprendéis, no?).
Así que empezamos el día con dos documentales, pero que nadie se altere que no son dos rollazos para llenar el tiempo, sino que los dos fueron muy interesantes para cualquier amante del cine asiático que quiera enterarse de algunas cosas que nunca se habían dicho hasta ahora.
El primero de ellos fue Taiwan black movies, una hora en la que se nos cuenta la historia del cine en Taiwan de los ’70 y ’80 de la que no conocíamos nada y que nos pareció súper interesante; empezando por cine reivindicativo contra el comunismo y explicativo de los problemas del país, en el que aparecían imágenes muy explícitas de sexo y violencia, y que acabó desembocando en un cine de escándalo, de mostrar mucha carne y sangre y con el cual mucha gente se llegó a indignar; algunas imágenes de las películas a las que se refiere y algunas entrevistas con gente que lo vivió, todo muy explicativo para los que tengan ganas de saber más.
El segundo documental ya fue un poco más flojo, The stunt nos cuenta la situación del negocio de especialista de cine en Tailandia, hablando con algunos de los coordinadores más importantes; también está bien si te interesa conocer la situación, pero la verdad es que se repite mucho tanto en las preguntas como en las respuestas, y como documental tampoco tiene una estructura muy adecuada.
Después de comer, nos preparamos para una sesión que ya se está volviendo un clásico en les Nits, y es que con el furor que causó el año pasado, éste no se podía dejar de hacer una sesión Grindhouse con una película como La yudoka de los puños de oro, en 35mm pero con una última copia de la película bastante destrozada, que se veía con rayas todo el rato y con saltos en casi todos los diálogos; la película en sí es una historia casi sin argumento, sobre una chica y un chico que se tienen que pegar con todo el mundo, un sin parar de puñetazos y patadas que, entre la forma de hacer cine en Taiwan de la época, los constantes cortes y ese doblaje en español, hicieron que todos los asistentes no pudieran dejar de reír.
Vamos con algo más serio en la sesión de la tarde, nosotros sólo habíamos visto el trailer (y casi ni eso) de An innacurate memoir, y nos pensábamos que sería un western chino lleno de acción y disparos; aunque nos encontramos con una película bélica de la ocupación de China por parte de Japón y, la verdad, con poca acción o, más bien dicho con una acción un tanto especial, buscando hacerla bonita y detallada en vez de frenética y sin sentido, añadiendo un poco de humor y algún personaje muy carismático; todo ello muy sorprendente y que nos dejó un muy buen sabor de boca a pesar de nos ser lo que esperábamos.
La noche dedicada a Hong Kong, con la cena al aire libre del típico pato cantonés que siempre nos dejan ahí colgado y laqueado (tal cual como si estuviéramos en las calles de Hong Kong); lo que fue una pena es la película posterior, Wu dang, la cual empezamos a ver y a emocionarnos con una excelente película mezcla de artes marciales y aventuras, pero que tuvimos que dejar a medias a causa de la lluvia. Para nosotros era, de momento, con lo que más estábamos disfrutando en toda la semana, pero tendremos la oportunidad de verla entera de nuevo el viernes a las 14, así que ya os contaremos.
Y en la madrugada, otro momento muy esperado, el maratón de terror filipino, con tres películas que quizás no son las mejores del mundo, pero que fueron una decisión perfecta para un maratón de terror, mostrándonos lo más típico del género, pero hecho en un país del cual no suelen llegar muchas películas, y con algo especial en cada una de ellas, que la hacía diferente la resto de sus equivalencias en otros países.
Empezamos con Grave bandits, o una película de infectados (llamados zombies por algunos) en una isla del pacífico; sin demasiado presupuesto y con unos actores un poco de risa, más de terror que no gore, en la que la sangre no abundaba, pero con una historia simple y efectiva, sin grandes pretensiones y con un punto fuerte en los personajes protagonistas, todos ellos bastante pringados y sin carisma, pero con los que te hacías rápidamente.
La segunda y más esperada del maratón fue Tik Tik, The aswang chronicles. Una adaptación de la típica película de vampiros occidental, pero con unos seres fantásticos típicos del país, con una fotografía y unos efectos digitales perfectamente trabajados, un presupuesto muy alto para lo que estamos acostumbrados y basándose más en las escenas de acción y en poder tener unos monstruos increíbles, que en darnos algo de terror.
Y acabamos otra vez con algo muy típico, la típica película sobre fenómenos poltergetist, en este caso The fridge es sobre una nevera asesina que se intenta comer a todos los seres vivos que la rondan; tanto de historia, como actores, como de efectos especiales dejaba un poco que desear, pero para rematar un maratón como este y para poder reír un rato en las últimas horas de la noche, en las que sólo quedan los más fanáticos, creo que fue una propuesta muy acertada (en otro momento os habría dicho que no, segurísimo).
Y atención a hoy, porque entre otras cosas, tendremos la esperada sesión golfa, con la segunda y tercera parte de lo que más nos gustó el año pasado: Rape zombie; y alguna sorpresa añadida.