Segundo día en el Festival Nits de Cinema Oriental, quizás algo más flojo que el primero desde nuestro punto de vista, pero es que no siempre se puede ir para arriba e igualmente hemos podido disfrutar de alguna delicia que no esperábamos. De todos modos, sabemos que cada día tenemos una película retrospectiva que seguro que nos gustará.

Y con eso empezamos, con las ya muy nombradas Kung fu girls, que ayer nos trajeron otra gran película bastante representativa del género: Iron angels, una especia de Ángeles de Charlie, pero a lo bruto, dos chicas y un chico que se juntan para combatir contra organizaciones criminales, más concretamente contra una dirigida por otra chica durísima; peleas, tiros, explosiones, torturas, mutilaciones… quizás no demasiado enfocada en artes marciales, pero llenísima de acción. Con Moon Lee y una excelente Yukari Oshima, una de esas ocasiones en que mola más la malvada que las protagonistas.

 

El resto del día será mucho más tranquilo, ayer el plato fuerte fueron sin duda las chicas. Después de una buena comida, volvemos a la Biblioteca para el documental del día, y es que nos encanta que además de poder ver buenas películas, nos tengan informados de temas que nos gustan; esta vez con The beauties of the Shaw Studios, un recorrido por las películas más representativas de los ’70 y sus protagonistas femeninas con más carácter, en el que no sólo podemos conocer a magnificas actrices y un periodo en el que el cine de chicas fuertes era muy importante (y nosotros sin saberlo), sino que nos adentramos un poco en los Estudios Shaw, su manera de trabajar y algunas cosas buenas y malas que hicieron, y conoceremos algunos géneros que quizás no son lo que más se ha internacionalizados de esa época, muchos dramas, musicales, películas de época y también algo de erotismo y cine kinki. Aunque el documental sea algo impersonal, el típico que podríamos poner en un museo para que la gente tuviera información, nos ha aportado mucho conocimiento y datos curiosos, además de algún momento de risa.

 

Y como segunda noche, nos tiramos a la noche japonesa, una de las más atractivas cada año del festival, no sólo por sus comedias para todos los públicos, seguramente más por sus cena de sushi y yakisoba en La Bassa.

Vemos Moriyamachiu driving school en el cine, una comedia ligera con algunos aires de melodrama, pero sobretodo comedia, otra vuelta más a la historia de La extraña pareja, pero muy traspasada a la juventud japonesa, dónde dos chicos se reencuentran después de haber ido juntos a la escuela, ahora uno de ellos es un yakuza y el otro todo un nerd y bastante rarito y exagerado; juntos se intentarán sacar el carnet de conducir en un verano lleno de amistad y romances. La película no tiene demasiado, pero en ningún momento se hace aburrida o pastelosa, así que la vemos la mar de bien, un producto más de puro entretenimiento para toda la familia.

 

Y ya en la Bassa acabamos la noche con otra película titulada Strange tales of love and strangers, un drama romántico quizás no tan apropiado para una sesión de final del día como esta; ya no tan familiar, entretenido y sencillo, sino más bien algo que intenta llegar un poco más hondo. No sé si es que no entendemos bien los sentimientos en Japón, pero no nos pareció una buena película, aunque haya algunas ideas buenas, como la trama principal de la niña y el fantasma, creemos que el director se hace un lío con tantas historias que intenta conectar y no acaba de saber cómo, dejando un producto bastante inconexo y falto de personalidad, la verdad es que se nos hizo un poco pesado.

 

Eso sí, tuvimos la asistencia del director y la actriz principal que incluso siendo más de las 12 de la noche, se dieron a contestar algunas preguntas de los espectadores más interesados, y la verdad es que se les veía muy buena gente y entregados a su película.

Pero nos vamos a dormir ya, que se ha hecho ya un poco tarde con todo este rollo.