Mamoru Oshii, nuestro as del cyberpunk

Hoy queremos rendir homenaje a otro director en nuestras monografías; muchos lo consideraréis como un director de anime y os preguntaréis que hace en esta comunidad (ya sabéis que no solemos tocar el manga ni el anime); pero además de haber hecho alguna película que merece mención especial, lo tenemos aquí no solo como director, sino como uno de los máximos exponentes de género cyberpunk en Japón (y os estamos hablando de todos los formatos existentes); se trata de Mamoru Oshii.

Para empezar queremos definir un poco el término cyberpunk, que hemos usado ya alguna vez y que puede confundir a mucha gente pensando que se trata de historias de ciencia ficción con alta dosis de acción. El cyberpunk no es solo un estilo de películas o de libros, se trata de una ideología entera, y no trata sobre futuros remotos y divagaciones científicas; si que es verdad que se basa en un futuro más evolucionado tecnológicamente, pero la característica principal es una involución social o humana, una sociedad en que las relaciones tanto personales como políticas, entre clases, etc. se han degenerado mucho y siempre hay un grupo de rebeldes que luchan contra el sistema para reclamar sus derechos.

 

Mamoru Oshii
Sus dos mayores obras

Hablando de Oshii, que es lo que queremos, casi todo el mundo lo debe reconocer por su obra magna Ghost in the shell, un anime muy apropiado al realizarse en la era dorada de la distribuidora Manga Films, cuando se basaban casi exclusivamente en el anime y lanzaron sus mejores obras como Akira o Dominion; pero Mamoru Oshii ha tenido una carrera muy extensa y ha hecho muchas otras cosas que lo han llevado a la fama dentro de los circuitos profesionales, aunque nosotros no nos hayamos dado cuenta.

Para empezar Mamoru estudió de los grandes cineastas europeos de su época (Federico Fellini, Ingmar Bergman, Jean Luc Godard) ya que no le gustaba el cine de Hollywood, además de estudiar dibujo y animación en Japón, por lo que ha conseguido un estilo visual muy propio y respetado en todo el mundo.

Algo que quizás no sabéis de Mamoru Oshii es que él fue el que lanzó a la fama la serie de TV Urusei Yatsura (más conocida aquí como Lamu), tomándola casi en sus inicios y desarrollando su etapa más popular, además de sus películas.

También os podemos decir que fue el creador de la primera OVA en 1983, llamada Dallos y que ya trataba sobre ataques terroristas en un entorno futurista (su primer cyberpunk).

 

 

Más tarde y siendo ya muy conocido por todo el entorno anime japonés, se puso a trabajar en condiciones y haciendo realmente todo lo que quería y sus proyectos más ambiciosos, como todo el universo Patlabor (serie de TV, películas y OVA) y el primer Ghost in the shell, marcando con ello una estética y una forma de filmar que muchos otros seguirían más tarde (tanto en el cine como en el anime).

Kerberos saga
Kerberos saga

Y entonces ya vió que una película no era suficiente y quiso crear su propio universo cyberpunk con la Saga Kerberos, una recopilación de mangas, animes, historias en la radio e incluso Films de acción real alrededor de una brigada policial en un futuro cyberpunk (seguro que os suena el estilo de la película Jin-Roh, su volumen más conocido en nuestro país), esta saga generó gran cantidad e merchandising gracias a su cuidada estética. De esta saga salieron sus primeras películas de acción real: The red spectacles y  StrayDog: Kerberos Panzer Cops, de no muy alto presupuesto, pero bastante impactantes (al menos visualmente).

Más tarde se atrevió con dos obras más de acción real, la primera fue Avalon en co-producción con Polonia, y la segunda Assault girls un live-action como respuesta a la buena acogida de dos cortos con los que empezó: Assault Girl: Kentucky no Hinako y Assault girls 2 (que encabía dentro de la película Kill o Kiru). Los dos largometrajes los tendréis comentados en nuestro blog y los dos cortos podéis verlos a continuación:

 

Lo que más destacaríamos de Oshii y de su forma de hacer cine es sobretodo su afán por contar historias de rebelión contra el sistema (en mayor o menor grado) siempre utilizando un estilo visual impecable, con escenarios imposibles pero a la vez muy cercanos a la realidad y largas escenas simplemente para el deleite de nuestros ojos, muchas veces sin que suceda nada y nadie hable, tan solo panorámicas de sus mundos. Aunque sea un autor de estilo muy tranquilo y visual, Oshii también sabe darnos las escenas de acción más impactantes cuando quiere, pero las utiliza sólo de vez en cuando para dar más fuerza a la historia o para que el espectador no se aburra; nunca representan el grueso de sus historias. Y sobretodo la capacidad no solo de contar historias, sino de crear mundos, dónde todo tiene una lógica y está relacionado y dónde puede trasladar todas las historias que quiera. También sus muchas colaboraciones con el director de música clásica japonés Kenji Kawai, con quien son grandes amigos y quien ha realizado la banda sonora de muchas de sus obras.

 

Basset Oshii
Gabriel

Como curiosidad, comentar que tiene dos perros a los que quiere mucho y que en casi todas sus obras aparece algún perro, siendo Avalon y Ghost in the shell Innocence, los dos ejemplos más claros dónde el perro que aparece es igual que el suyo (un basset), que ha llamado Gabriel (como el arcángel) y que para él representa el vínculo entre lo real y lo imaginario o entre la vida y la muerte.

 

 

 

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