Después de la sesión doble de cine malo que os hemos ofrecido esta semana, hoy tenemos para todos vosotros otra película japonesa bastante cutre, pero al menos está es mucho más cachonda y se puede disfrutar de lo lindo con ella. Los que sigáis el blog ya sabréis lo que es la Giga Pictures, esa productora japonesa algo más independiente que se dedica a cine muy especializado, de ella, la Zen Pictures es la especializada en cine para adultos, y básicamente con heroínas tokusatsu; pues bien, aunque la mayor parte de las veces no hay mucha diferencia entre estas películas y todas buscan el mismo objetivo, hoy nos hemos propuesto ver Sexual Dynamite Heroine 22 Spandexer A (ZEOD-38), que no es nada más ni nada menos que otra de las múltiples heroínas sexys del universo Zen, en una de las entregas de esta saga de superheroinas.
La trama es muy simple, Spandexer A es una heroína tokusatsu galáctica que viene a la Tierra para enfrentarse con unos villanos que tienen aterrorizado hasta al mejor de los detectives japoneses, pero no son rival para ella, en un momento se carga a los masillas de turno y a su jefe sin problemas. Acto seguido llega al tejado dónde estaban peleando otra galáctica, esta vez una villana que precisamente está creada con el material que hace más débil a Spandexer A (como la criptonita de Superman); así que, para atacarla no tiene nada más que hacer que acercársele lo máximo posible; con lo que se le acerca tanto que acaba tocándola en plan sexual, intimando con ella y debilitándola tanto que puede hacer lo que quiera con su cuerpo. Al final capturan a Spandexer A, la atan y la acosan sexualmente sin parar, hasta que ella saca una fuerza cósmica de su interior y es capaz de derrotar a todos sus enemigos.
Ya veis que la película tampoco tiene mucha historia, ni la necesita, con poco más de una hora de duración y esas escenas de sexo japonesas tan largas y lentas que suelen hacer que con dos escenas ya nos comemos la mitad del metraje. Tampoco el público de este tipo de películas no está buscando una trama complicada ni nada parecido, sólo un poco de sexo blando y quizás algo de acción que anime el cotarro.
En esta película en concreto, pues os podemos decir que hemos encontrado a la protagonista bastante sexy, no es la típica japonesa mona con cara de buena niña y actitud ultra tímida, sino que tiene un aspecto propio y destacado y un traje que le sienta perfectamente.
Sí que es verdad que, centrándonos en las escenas de acción, que es una de las razones por las que vemos este tipo de películas, ya que al final no deja de ser un tokusatsu, son bastante patéticas, pero esto también nos anima, ya que son tan y tan cutres que nos hacen reír en muchas ocasiones, y ya sabiéndolo, la película también se aprovecha de esto, metiendo un poco de humor tontorrón e infantil en las peleas, con unos malos que dan pena (expresamente, y si no mirad al jefe con su peluca blanca para parecer un supervillano de videojuego, pero que en realidad sólo le hace parecer un tonto) y algunos ataques de risa.
Y para la parte del sexo, también es un poco decepcionante que en toda la película no veamos ni un gramo de carne, más que la que deja entrever el supertraje; todos los tocamientos son vestidas y la máxima perversión es meterle el dedo por el ombligo; pero es algo que tampoco nos importa mucho, es más pesado el tener que tragarse esas escenas tan largas y lentas, que lo que se vea en ellas en realidad.
En definitiva, que nos encontramos ante la típica película soft porn tokusatsu de Zen que no tiene casi nada que la diferencie de otras (quizás un poco la pinta de la protagonista), con una acción cutre y un sexo demasiado blando, pero que nos ha hecho reír un poco y que al final, al ya saber lo que íbamos a ver, tampoco no nos podía decepcionar. Exclusiva para fans de este tipo de películas.
- Lo mejor de la película:
Es un tokusatsu con escenas de tocamientos lésbicos y algo de humor, no pidáis nada más.
Como hacía tiempo que no veíamos una película de este tipo, nos ha caído bien.
- Lo peor de la película:
Es mala, mala, malísima; pero también las hay mucho peores.