Como la semana pasada estuvimos de vacaciones, no nos dio mucho tiempo para ver cine y haceros unas bonitas reseñas esta semana, sin embargo, sí que tuvimos la ocasión de ver una nueva comedia coreana que nos llamó la atención (por el título nada más), llamada A tale of legendary libido y que intenta ser algo divertido y con puntos picantes, una especie de actualización de historias clásicas como las de Sex and Zen, con algo más de originalidad, pero sin tanto erotismo; aunque para nuestro gusto se ha quedado un poco a medias.
La historia nos sitúa en una región en el que las mujeres son las dominantes absolutas desde un accidente con un objeto mágico (al cual llaman nariz, pero tiene otra forma más sugerente) que proporcionaba placer a las mujeres que lo necesitaban en forma de la llegada de un ejército de hombres desnudos con ganas de sexo; cuando este objeto se descontroló, tuvieron que enterrarlo en una botella de vino y olvidarse de él, y así fue como los hombres perdieron su poder. Ahora en el pueblo los hombres sólo sirven para hacer trabajos mundanos o para el puro placer de las mujeres, pero hay un chico que, aunque muy fuerte, es impotente a raíz de un accidente que tuvo de pequeño, y eso lo acompleja a él mismo y debido a todo lo que le dicen las mujeres. Un día, un sabio le cuenta el secreto del objeto mágico y le revela su localización, ya que si bebe el vino que lo ha estado guardando se convertirá en un gran amante; pero el chico se pasa de dosis y se bebe toda la botella, convirtiéndose así en el único objeto de deseo de todas las mujeres del pueblo y teniendo sexo a todas horas sin parar; pero él sólo tiene ojos para una chica, que resulta ser la futura mujer de su hermano, así que la cosa se complicará un poco en el pueblo cuando la mayoría de los hombres están en la guerra.
La verdad es que nos esperábamos algo más de esta película (sin saber nada de ella antes de verla, sólo por su título), intenta ser gamberra y divertida, pero en realidad el gamberrismo brilla por su ausencia y sólo nos ha hecho verdadera risa en un par de escenas clave, y aquí confesamos que la escena del chorro de pis (o las varias de ellas) se puede convertir en mítica del cine de cachondeo.
No obstante, la película en general es bastante correcta, con una buena fotografía, algunas escenas de acción muy decentes, una historia entretenida y algo original, incluso añadiendo alguna escena de música y baile para darle un punto más artístico. Suponemos que le máximo problema es que el director no se ha tomado este proyecto como una película de humor hilarante y absurdo, sino que ha intentado darle un poco más de calidad añadiendo otros elementos, intentando usar también el drama en la parte final, dando un par de vueltas a la historia para que no fuera tan simple como podría serlo… sin tener en cuenta qué tipo de público podía ver una película como esta y que esperarían de ella.
Quizás haya triunfado como divertimento familiar en Corea, aunque creo que sería demasiado picante para ver con toda la familia, pero si no, no sé explicar quien la habrá visto y habrá disfrutado con ella; pero para su exportación creemos que es un producto completamente fallido, sobre todo para su visión en festivales (que es el único sitio dónde se podría ver), básicamente por ser una película de humor que no llega a divertir como es debido (tiene una historia graciosa, pero poco más, y los pocos gags divertidos se van repitiendo como si no hubiera más ideas), ni es una gamberrada de cuidado de esa de decir que los asiáticos que hacen cine están todos locos.
En definitiva, y para no extendernos más con esto, no es que sea una mala película, puede entretener un rato sin mucho más en mente, pero si esperáis algo mínimamente extremo como algunas de las películas de este género a las que estamos ya acostumbrados, olvidaros de ella.
- Lo mejor de la película:
Un par de gags realmente divertidos y míticos desde este momento.
- Lo peor de la película:
Un protagonista que no convence ni como impotente, ni como bestia sexual.