Hoy queremos hablaros de otra de las últimas novedades que nos ha traído Netflix de cine coreano, se trata de una película de acción que ha dado bastante que hablar, con muchos defensores y detractores, y ya os contaremos el porqué. Es Carter, una película de acción con algo de trasfondo político (aunque muy poco), básicamente se podría decir que es como una versión de Bourne, pero llevada al extremo y precisamente por ese intento de hacerla lo más extrema posible y arriesgarse con nuevos formatos es lo que más nos ha convencido de ella.
El protagonista es un tipo que se despierta en una habitación sin nada de memoria y con unos tipos armados que van hacia él para liquidarlo, por suerte sus habilidades marciales y con armas son excelentes, eso junto con una voz en su oreja que le va diciendo lo que debe hacer y un explosivo en su diente que se asegura que siga a la voz, no sólo lo salvan de esta situación inicial, sino que van haciendo que sea capaz de escapar de todos sus perseguidores y acabar con el resto como si nada. En una sociedad en la que estan empezando a aparecer zombies (sobre todo en Corea del Norte) y nadie sabe el porqué; pues resulta que no sólo la CIA lo persigue, sino que hay muchos más sectores implicados, la mayoría relacionados con los enfrentamientos políticos entre las dos coreas. Él no tiene muy claro de qué bando debería estar, sólo sabe que debe seguir la voz, que le lleva a rescatar a la hija de un científico capaz de acabar con el virus zombie, pero poco a poco se va mezclando su vida anterior que le llevará a hacer lo que él piensa que es lo correcto y a ayudar a las personas que tendría que amar, mientras intenta que le vuelva la memoria y sobrevive a mil ataques.
Aunque pueda parecer una película muy típica (y lo es), tampoco no debería importarnos mucho el argumento en una película de pura acción, y ésta tiene todo lo que podamos desear los fans de la acción más frenética tipo Hardcore Henry o Crank veneno en la sangre. La gracia principal de la película es cómo ha sido rodada, con multitud de planos secuencia, acción en primera persona, posiciones de cámara imposibles, etc. Todo con una acción que casi no se detiene en ningún momento, con un ritmo brutal que no decae en toda la película. A parte de todo eso, vemos que la película tiene una estructura, una imagen y una narración completamente igual que la de un videojuego de acción, con unas larguísimas escenas de acción desenfrenada, siguiendo al protagonista en mil peripecias, puzles y combates (armados y cuerpo a cuerpo), y también con algunas pequeñas escenas cinemáticas entre combate y combate para presentarnos a algunos personajes secundarios y hacer que la historia vaya avanzando; incluso con unas largas escenas en las que el protagonista no sólo debe matar a los malos, sino que tiene que ir protegiendo a una niña que va con él.
También os diremos que la acción (lo más importante y casi lo único de la película) no es la típica acción a la que estamos acostumbrados, no sólo por querer ir más allá de lo que haya ido cualquier película, sino también por no tener en cuenta (ni necesitar) las habilidades de ninguno de sus protagonistas, sino que está basada 100% en la post producción, con muchísimo CGI, mucho añadido de todo tipo, una filmación de todo, pero un montaje rápido y una música a lo loco.
En contra de la película, nos hemos percatado de su ambición (que intenta ir mucho más allá que cualquier película de acción estándar, y se toma a sí misma demasiado en serio) con una duración excesiva, con lo que, incluso intentando cambiar las escenas y que vayan de menos a más, se acaba haciendo un poco monótona y repetitiva; y por supuesto, no hemos visto ninguna gracia el haber intentado darle un trasfondo político, ni siquiera tanta vuelta a la trama, intentar liarnos con la vida anterior del protagonista y no le hemos encontrado ningún sentido a la inclusión de zombies en la película.
En definitiva, que lo que podría haber sido una película de acción tremenda, corta y con buen humor, simplemente buscando la pura adrenalina, se complica demasiado para lo que buscan los espectadores de este género. Igualmente, tiene algunas partes que son verdaderas joyas, tremendas, y eso hay que reconocerlo también.
- Lo mejor de la película:
La acción es espectacular, no tiene ningún desperdicio.
- Lo peor de la película:
Demasiada ambición e intentarle meter tanta cosa innecesaria.
