Gachi-ban, los otros colegiales peleando por la supremacía

Gachi-ban

Después de alguna que otra frustración al elegir novedades de cine asiático, esta semana hemos preferido ver algo más antiguo, pero buscando una apuesta segura para Katanas y Colegialas, y la verdad es que no nos ha decepcionada para nada. Hemos decidido ver Gachi-ban, la primera de una serie de películas japonesas sobre estudiantes del high-school dándose de leches; la saga de momento está formada por unas 21 películas que llegan hasta la actualidad, lo que significa que ha gustado a todo tipo de públicos (japoneses) y que ha sabido actualizarse. Hoy veremos la primera entrega de la saga que fue lanzada un año después de Crows Zero de Takashi Miike, y a ella le debe la mayor parte de su inspiración, y aunque no está a la misma altura en cuanto a nivel de dirección, actuación, etc. sí que supo diferenciarse bien de ésta.

Gachi-ban
Peleas de colegiales

La película trata de tres amigos que se autodenominan yankees (jóvenes sin ganas de nada, sólo de pelearse y de vivir a tope), acaban la primeria y empiezan el high school separados con la promesa de que cada uno conseguirá ser el líder de su escuela (a base de hostias) y entre los tres acabarán dominando todas las escuelas de la ciudad. A partir de aquí, la película se centra en uno de ellos, que no tiene ningún problema para derrotar de un solo golpe al mayor matón de su escuela y convertirse en el amo; pero sí que tiene otros problemas, y es que nunca ha estado con una chica, tiene mucho deseo sexual reprimido y no sabe cómo ligar, hasta que su madre le obliga a ayudarla con su grupo de teatro y allí conocerá una chica que le gustará mucho, tanto que por ella acabará dejando las peleas y convirtiéndose en un panoli. A todo esto, que el más chungo de la escuela vuelve después de un tiempo de expulsión, y al no encontrar rival se hace con el dominio del lugar, no conformándose con eso y también buscando el resto de escuelas, derrotando a los amigos del protagonista y asegurándose el no tener rival, hasta que nuestro protagonista recupere su cabeza y vuelva para enfrentarse a él.

Así contada, la película puede parecer un copia exacta de Crows Zero, pero en realidad su objetivo es completamente distinto, buscando mucho más el humor que la acción, con un presupuesto mucho más limitado y unas mayores carencias por parte de todo el equipo, pero sabiendo encontrar su lugar quizás entre un público más infantil o inmaduro, que busca pura diversión y entretenimiento y no una película dura y pura adrenalina.

Gachi-ban
Personajes extravagantes

El tipo de humor que se usa es muy ligero, tontorrón e inocente, muy típico japonés de películas juveniles, si sabéis a que me refiero, mucho más apropiada para comedias románticas de jóvenes que no se atreven a dar el primer paso, enredos familiares, etc. que a una película de acción. Nos ha encantado algún que otro detalle, como el de la personalización de la lívido del protagonista, la obra de teatro entre el infantilismo de Blancanieves y una propuesta de autor o la transformación del protagonista de ser el más chulo de la ciudad a ser un completo panoli enamorado del que todos se ríen; pero lo mejor de todo es sin duda esos caretos y expresiones muy exageradas y típicas de manga, con todos los actores chillando por cualquier cosa y gesticulando muchísimo más de lo necesario, seguro que ya habéis visto muchas películas de este tipo.

En cuanto a acción, no diremos que no tiene nada, por supuesto que hay peleas, hay macarradas y sobre todo hay personajes molones vestidos con su gakuran estilizado y con sus peinados de lo más japoneses, todo muy típico de cómics manga, pero muy atractivo en cualquier película (al menos para nosotros). Las escenas de acción tampoco son nada del otro mundo, en vez de coreografías, se basan en hacer parecer que cada golpe es un mundo y es mortal, así que en un momento se acaba cualquier pelea, pero también impresiona un poco más de esta manera.

En definitiva y analizando sólo esta película, tenemos una película prácticamente sacada del éxito que tuvo Crows Zero en su momento, pero, aunque la trama sea de colegiales peleando, tiene una carga humorística divertidísima y unos personajes que empiezan siendo molones, pero acaban siendo ridículos; una sátira perfecta para los que hemos visto algunas otras películas del estilo, muy divertida, lo que le dará una identidad propia a la saga.

  • Lo mejor de la película:

Diversión, acción y colegiales en uniforme peleándose.

  • Lo peor de la película:

Algunas bromas demasiado tontas incluso para nosotros.

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