Hoy tenemos para todos vosotros otra novedad de cine asiático extremo (o no tan extremo, pero perfecta para este blog) que ha llegado a nuestras pantallas muy recientemente. Kingdom 3: La llama del destino es la tercera entrega de este live action japonés del cual ya os habíamos reseñado sus dos primeras partes y que básicamente trataban de japoneses simulando un momento en la historia de China cuando los Warring States y la unificación de los diferentes reinos en uno solo. Recordamos que la primera entrega era todo un wuxia que os encantó, la segunda era mucho más bélica, basada en una sola batalla, pero bastante potente también; esta tercera sigue con los mismos personajes (el protagonista de las dos anteriores y los compañeros de la segunda entrega) y creemos que debe ser difícil verla sin haber visto las otras dos, aunque su contenido no sea una secuela directa. También os advertimos que no cierra una trilogía, sino que, como mínimo, tendremos una cuarta entrega, y quizás más viendo el éxito que está teniendo, tanto el anime como el live action.

La historia se sitúa unos meses después de la batalla sucedida en la segunda entrega de la trilogía; nuestro protagonista Shin ha estado entrenando con el general Ouki (el más fuerte y terrible de todos los ejércitos), que le ha encomendado conseguir la paz entre unas tribus fronterizas. Mientas tanto, el reino sufre el ataque de Chao, un reino enemigo que quiere vengarse por una matanza contra ellos del pasado, y lo hacen empezando por el sur, dónde no hay muchas defensas, así que el emperador decide mandar allí al general Wang Qi para defender el reino de la entrada de los enemigos. Un gran ejército marcha hacia el sur, y entre ellos Shin ya tiene el grado de comandante y lidera a 100 hombres, entre ellos sus viejos conocidos de la última batalla, incluyendo a Lio Dao como lugarteniente. La batalla se desarrolla como un gran despliegue estratégico y la unidad de Shin es la encargada de infiltrarse en las líneas enemigas por un hueco creado como distracción y matar al general estratega del enemigo para poder atacar luego con todo el grueso del ejército.

Para los que ya hayan visto las dos anteriores entregas, ya sabrán bastante bien lo que se van a encontrar en esta película, una película bélica de luchas de grandísimos ejércitos con mucho predominio de las estrategias impulsadas por Tsun Zu, aunque la primera parte tirara más hacia la aventura y la historia del protagonista; consideramos que esta entrega quizás no nos ha gustado tanto como l primera parte (que era mucho más completa a nivel de historia y de personajes), pero somos consciente que ha sabido solucionar los pocos problemas de la segunda entrega, básicamente partiendo la película en dos mitades, con una primera mitad contando la historia del emperador, con una buena excusa para hacerlo y con una historia trágica, elaborada y con acción; y la segunda mitad de la película tenemos la batalla en sí.

La primera parte nos cuenta una gran historia, nos mete de lleno en el personaje del emperador (para ir conociendo más a los secundarios de la saga) y nos mantiene bien el interés con una buena acción, así que, para los que vayan a ver sólo batallas o acción, no será ninguna pérdida de tiempo, si que resulta algo más dramática o muy basada en los sentimientos, pero no por eso aburrida, con un buen ritmo y una dirección excelente.

En cuanto  a la segunda parte, es un poco más de lo mismo que tuvimos en la segunda entrega de la trilogía, pero con unos personajes algo más evolucionados, una épica igual de grandiosa, unas batallas igual o mayores con grande ejércitos de grandes escuadrones, que vemos moverse tanto a nivel táctico (desde el aire y viendo los movimientos generales de las tropas), como a nivel de acción (cámara en el suelo y las luchas entre soldados debatiéndose con la muerte); por supuesto, la parte más importante será la del escuadrón de Shin, y como siempre, con un protagonista que lo dará todo y luchará completamente al estilo anime. Aquí hemos visto que todo es bastante irreal, sobre todo la entrada del escuadrón de Shin, con los típicos grupos de gente corriendo arriba y abajo sin hacer nada mientras el protagonista mata enemigos uno a uno, eso nos ha descuadrado un poco la película, pero también nos ha hecho reír un poco, al final es un live action y todo tiene que ser muy fantástico, no realista. Y lo que hemos visto, es que toda la segunda mitad de la película no es mucho más que una preparación para la cuarta parte de la saga, que ya empieza en el final de ésta y que seguro que será muchísimo más espectacular.

En definitiva, una película que no decepcionará a los fans de la saga y tampoco creemos que lo haga con los fans del anime. Mucha acción, batallas épicas, personajes con mucho carisma y que se van definiendo poco a poco, un protagonista que es lo más. Aunque tenga sus fallos y no sean pocos ni pequeños, es fácil pasarlos por alto y disfrutar de un espectáculo olvidándose de todo.

• Lo mejor de la película:

La escena final nos deja con la boca abierta.

• Lo peor de la película:

Algunas tonterías que se ven demasiado falsas.