The storm warriors, la secuela modernizada

Storm warriors

Siguiendo con esta gran saga de wuxia de Hong Kong, después de reseñar la gran The stormriders, hoy os traemos su continuación llamada The storm warriors, la cual no representa una continuación inmediata de su predecesora, pero sí que mantiene los personajes principales (incluso los actores que los interpretaban) y traslada la historia unos años después para contarnos una aventura completamente distinta. Tampoco mantiene de ninguna manera ni el estilo ni la manera de contar la historia que habíamos tenido con storm riders, ya que se han cambiado los directores y las técnicas cinematográficas han evolucionado bastante desde entonces. Esta segunda parte no logra ser tan atractiva cómo la primera, aunque no deja de ser espectacular, suponemos que pocas películas actuales logran conseguir el encanto que teníamos en los ’80 y los ’90, tampoco estamos seguros de que siga la historia del comic Fung Wan del que tendría que ser live action.

Storm warriors
Unos personajes muy carismáticos

La historia empieza con un poderoso señor de la guerra (Godless) que quiere conquistar China y para ello ha conseguido envenenar a todos sus expertos en artes marciales y los ha sometido y encarcelado; pero alguien lo traiciona y les da el antídoto, así cuando quiere que le rindan pleitesía, todos los luchadores se revelan, aunque estando aún medio envenados no pueden derrotarlo y sólo consiguen escapar uno de los mayores maestros (Nameless) con Cloud y Wind (los protagonistas de la primera parte. Mientras Godless coge a la familia real y los coacciona para que le lleven a la tumba del dragón y así conseguir el poder del país, Cloud entrena con Nameless nuevas tácticas con la espada, y Wind va con otro maestro (Wicked) para que le enseñe a poseer el poder de la maldad y ser mucho más fuerte. Los dos deben combatir con Godless una vez acabados los entrenamientos, pero Wind no consigue terminarlo y el poder de la maldad lo posee, haciendo que se vuelva malvado e impredecible, así que habrá que solucionar dos problemas.

La película empieza de forma completamente desbordante, con unas escenas de acción tremendas, llenas de luchas, magia, personajes de todo tipo… demostrando que en esta segunda parte también va a primar la espectacularidad ante todo; aunque después la película en sí se deshinche un poco y el ritmo baje bastante; sin embargo, en todo momento estarán presentes la imagen impactante y las escenas de acción por todo lo alto.

En la primera parte, la historia tenía mucha importancia y todo giraba en torno a ella, aunque estuviera contada con algo de prisa; aquí, aunque por el argumento parezca que vaya a ser una gran historia, en realidad ésta no tiene tantas pretensiones y, mirada en general, es bastante simple; lo que se ha hecho en esta ocasión ha sido buscar un presupuesto de superproducción y completar la falta de historia con unos efectos especiales de primer nivel, usando las últimas tecnologías y llegando a ser comparables con los de Hollywood, además de llenar la mayoría del tiempo con unas escenas de lucha increíbles, aprovechando esos efectos especiales, pero también con unas excelentes coreografías y alargándolas hasta más no poder (obra del experto pero poco conocido Yuk-Sing Ma).

Storm warriors
Efectos especiales increíbles

En el aspecto gráfico, podríamos decir que se ha intentado conservar bastante la estética del cómic, dejando de lado el ritmo trepidante de la anterior entrega en el que no había ni un momento de descanso y cuando no estaban luchando (en luchas rápidas y cortas), pasaban cosas muy relevantes; aquí se opta por alargar las luchas e introducir muchas cámaras lentas e incluso planos estáticos que nos recuerdan a viñetas, tal cual; también por darle mucha más importancia a la parte sentimental de la historia para crear grandes contrastes entre escenas, pero esto hace que se vaya muy lejos de lo que es el wuxia tradicional de Hong Kong. Si le añadimos unos fondos creados en croma casi en todo el metraje y unos CGI de sangre, sudor, etc. hace que la película se parezca bastante a 300 de Zack Snyder (que por casualidad también es una adaptación de comic), lo que no sabemos es si esto ha sido causado por una simple copia de ideas (no de contenidos) o una casualidad.

En la actuación se han conservado los dos personajes principales interpretados por Aaron Kwok y Ekin Cheng, esta vez no tan jóvenes y guapos, pero un poco mejor actores o con más experiencia; pero para completar, aquí se han puesto grandes nombres para los papeles secundarios, como Simon Yam (PTU, Election), Nicholas Tse (The stool pigeon, Bodyguards and assassins) o Lam Suet (el perfecto secundario de Hong Kong) y entre todos le intentan dar un toque de calidad a la película, aunque sus papeles no requieran de mucha actuación.

Y esta parte la han dirigido los Pang Brothers (Bangkok dangerous, Re-cycle) que se llevaron a todo el equipo a Tailandia para rodar las escenas de croma en un estudio.

En definitiva, si estáis buscando un wuxia al estilo clásico, olvidaros de esta película, aquí se ha intentado innovar (o copiar) y ofrecer una película de magia y lucha lo más espectacular posible con la ayuda de muchos efectos especiales.

  • Lo mejor de la película:

El poder continuar las aventuras de Wind y Cloud.

  • Lo peor de la película:

La lucha final, aunque espectacular y conjugando muy bien música e imágenes, se llega a hacer un poco larga.

https://www.youtube.com/watch?v=5abQN4dLk4k

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