De nuevo nos atrevemos con otra película de serie B de zombies asiáticos, esta vez es Stacy Attack of the schoolgirl zombies, una película japonesa directa a video con una premisa algo original pero que ahí se queda, sin llegar a darnos un splatter como es debido, ni contener el humor que esperábamos encontrar, ni nada de eso. Nos volvemos a sentir engañados con esta producción que después de darnos una buena portada y un principio prometedor, nos deja con ganas de mucho más.

En el mundo está pasando un suceso muy extraño, las colegialas se están muriendo sin ninguna explicación y vuelven a la vida en forma de zombies; eso sí, se han tomado algunas medidas preventivas para que no se llegue a convertir en un holocausto y tener a estas Stacies (así es como las llaman) controladas. Hay un doctor que investiga estos casos y que de momento ha llegado a la conclusión que para poder derrotarlas, hay que cortarlas en 156 pedazos, así ya no podrán volver a atacar; también hay un Comando de exterminación Romero (en homenaje a George A. Romero: que original!) que se dedica a exterminar a todos los casos que se encuentra, incluso se ha dado permiso para vender armas a la población y que se puedan ocupar de sus parientes o conocidas convertidas en Stacies.

No tenemos a un protagonista concreto que lidere la película, lo más cercano sería un titiritero sin ningún tipo de carisma del cual se enamora una colegiala y le pide que la mate cuando se convierta en Stacy, así surge una bonita historia de amor; también vemos un poco la vida de algunos miembros del comando Romero y de un comando de exterminio ilegal formado por tres chicas guerreras; pero en sí, no hay ni una historia principal, ni siquiera una secundaria, es casi una continua improvisación.

Al principio sí que es verdad que la película promete, cuando nos cuentan la situación y vemos que puede ser una película de zombies distinta a cualquier otra, llena de colegialas japonesas y con un exterminio de zombies controlado, por lo que, aunque ganen los humanos, seguro que tendremos unas muertes bestiales y grandes cantidades de gore. Pero rápidamente pierde el rumbo y se empieza a meter en distintas historias sin ninguna conexión y sin ningún tipo de gracia, aburriéndonos hasta casi dormirnos en muchas ocasiones y metiéndonos escenas de matanza (que no de acción) indiscriminadamente.

La verdad es que como sangre, destripamientos y carnicería humana, tampoco nos quejamos, es bastante bestia en sus momentos puntuales; aunque tenga unos efectos especiales de risa (incluso los disparos es imposible que sean más falsos), hay algunas escenas que dan bastante el pego. El problema está sobretodo en querer hacerlo todo, han intentado hacer un splatter, pero olvidándose de la risa y la diversión que eso debería comportar y cambiándolo por una trama de sentimentalismo, que hace bostezar a todos los amantes del cine extremo, que incluso nos estropea todo el final de la película, cuando intentaba acabar con una gran escena de acción dónde confluían todos los personajes matando zombies y en una gran lucha explosiva, pero se detiene todo de golpe y se pone algo filosófico, hablando sobre el amor y las relaciones y acabando en un pastelazo total.

El director es Naoyuki Tomomatsu, el mismo de Zombie self-defense force, especializado en AV videos y recientemente nos ha sorprendido con Rape zombie; pero aquí ni una cosa ni la otra, ni nos da casi nada de acción, ni destape, ni nada por le que le habíamos aclamado.

En definitiva, otra de esas películas de la que os recomendamos huir de ella sin pensarlo, no sabemos cual debe ser su público objetivo, pero está claro que nadie que nosotros podamos conocer. Una película de zombies con pocos zombies, poca acción y sin siquiera guión.

• Lo mejor de la película:

Aunque las chicas lo hagan fatal y no tengan nada de estilo, la idea del comando de exterminio ilegal es muy buena.

• Lo peor de la película:

No sabemos como se puede hacer algo tan mal (y más partiendo de un libro ya escrito).

http://www.youtube.com/watch?v=HX4t8XYJgS0