Ya sabemos que últimamente no actualizamos el blog tanto como antes, es que estamos teniendo algunos asuntos personales, pero al final hemos podido ver algunas películas esta semana y nos da tiempo de comentarlas rápidamente. La primera es una de Hong Kong, no novedad, pero sí bastante nueva, y con este título no la podíamos dejar escapar: Once upon a time in Hong Kong, todo un thriller sobre la corrupción policial y la mafia en Hong Kong en los años ’70. Quizás no sea una de las películas típicas de Katanas y colegialas, sino algo más serio y contenido, pero con esta temática y algunos actorazos que participan en ella, teníamos que verla.
En los años ’70 en Hong Kong, con el gobierno inglés que no se enteraba del todo (o se aprovechaba todo lo que podía de la situación), no sólo había mucha delincuencia, sino que también era normal la corrupción policial; los policías acababan hasta por trabajar para la mafia, recogiendo impuestos, etc. Había entonces un nombre mítico, el de Crippled Ho, un jefe mafioso que controlaba todo el país con todo tipo de delincuencia, que había asumido bajo su mando a los principales capos y se encontraba en proceso de mandar también sobre los principales inspectores de la policía. Es entonces cuando un fiscal se harta de la situación y consigue crear un departamento de abogados limpios contra la corrupción policial, encargados de perseguir y encontrar pruebas para encarcelar a los principales promotores y jefes de esta trama; pero no sólo abogados, sino que consiguen reclutar a algunos tipos de los bajos fondos, amenazados por sus jefes y que ya no pueden volver a su trabajo. El equipo se dedicará básicamente a intentar buscar pruebas contra Chan (el inspector jefe de policía y amigo íntimo de Ho) y a dar con el propio Ho (que es casi como un mito, casi ni se deja ver), pero no lo tendrán nada fácil, por toda la gente implicada y la violencia de los bajos fondos; al final podrán recurrir a la propaganda y a la política para conseguir su cometido.
Para los que soléis leer este blog, ya os confirmamos que la película no es una de esa que nos ha impactado mucho, no es super espectacular, ni tiene grandes dosis de violencia o acción (aunque ésta tampoco falta), es más bien una película seria, con algo historia del país y más enfocada a la política que a la acción; igualmente, también os confirmaremos que es una película con una buena producción y una muy buena dirección. Lo más importante aquí es que tiene una historia interesante, que atrapa y creíble, con un buen guion y una narración estupenda, todo pensado para hacer una película relevante dentro de la cinematografía de Hong Kong.
La mayor parte del metraje lo pasaremos de diálogo en diálogo, con investigaciones y discusiones políticas, pero no por eso faltarán las escenas de acción, en particular una importante en toda la película, pero muy bien trabajada y de una buena duración, que nos ocupa bastante de la parte central de la historia; también tenemos algo de violencia y sangre por parte de los malos, así que estad seguro que no os aburriréis. Pero en general y exceptuando esta escena de la que os hablamos, se trata de una película con un ritmo más bien lento, con una historia que va avanzando sin pausas, pero sin esos incentivos que tanto nos gustan a nosotros.
Lo más importante y lo que de verdad te engancha a la historia son los buenos actores, unas actuaciones en casi todos los papeles que hacen que realmente te creas la historia (porque la ambientación es más bien regulera) y que hacen que te metas en su lugar; con actuaciones de grandes y míticos nombres del cine de Hong Kong como Louis Koo, Tony Leung Ka Fai, Francis Ng, Phillip Keung o Kent Cheng. Y por supuesto, también un buen director, responsable de algunos mitos del cine de Hong Kong: Wong Jin (God of gamblers, Chasing the dragon) que hace aquí un buen trabajo con lo que dispone, y es que cualquier película con el título “Once upon a time…” tiene que ser merecedora de este título, no vale hacer cualquier cosa.
En definitiva, una película un poco alejada de nuestros habituales, más seria y tirando más de una historia interesante que de ser espectacular o emocionante, pero igualmente merece la pena ser vista, tiene una muy buena cinematografía y recupera algunos personajes y hechos míticos de la historia de Hong Kong.
- Lo mejor de la película:
El bando mafioso nos ha parecido de lo más atrayente, mucho más que el de los buenos.
- Lo peor de la película:
Algunos decorados que se ven algo falsos, muy standard de estudio.