Crónica del Festival de Sitges 2015: resumen semanal

Festival Sitges 2015

Hoy os vamos a dar un pequeño resumen de películas y no una crónica diaria del Festival de Sitges como solemos hacer habitualmente, y es que en estos últimos días hemos estado trabajando y tan sólo nos hemos podido escapar a ver esas películas que más nos interesaban, por lo que este año no hemos podido vivir el festival en todo su esplendor en los días de entre semana; pero también e verdad que con una programación tan bien cuadrada, no nos hemos perdido casi nada.

 

Festival de Sitges
I am a hero

Empezamos el lunes, cuando llegamos a Sitges a las 11 de la noche para ver lo nuevo de Mamoru Oshii: Nowhere girl, lo que nos pensábamos que sería una gran película de colegialas violentas, pero nos encontramos con una película lentísima, casi estática, y muy repetitiva sobre una colegiala en una escuela de arte, con las mismas escenas y diálogos constantemente, con una música clásica que se va repitiendo y con una escena final de acción muy decente y una pequeña sorpresa; pero no os revelaremos nada más.

 

El martes tenemos la ocasión de escapar algo más pronto para ver dos de las películas que teníamos más necesidad de ver este año; la primera es la taiwanesa The assassin de Hou Hsiao-Hsien, la ganadora del festival de Cannes de este año, que se promete como un wuxia de Taiwan y se revela como otra película lenta de planos estáticos y casi ni siquiera sin diálogos, con una historia muy simple que se alarga hasta la saciedad, pero con una gran belleza tanto de fotografía, como de música; algo que a los que estén acostumbrados les recordará a las películas chinas antiguas.

Y seguimos este gran día con una estrena mundial, el live action de I am a hero en el que quizás no teníamos tantas esperanzas, pero que aparece lleno de infectados, mucha sangre y gore, un presupuesto elevado y gran calidad en todos los aspectos, mucho humor y un ritmo que no decae ni un momento; una de las películas más disfrutadas y aplaudidas en Sitges desde The raid.

 

Miércoles llegamos tarde de nuevo, pero a punto para ver Ludo, una película india de terror y casquería, que mezcla en las dos partes de su desarrollo la típica película de terror juvenil con seres extraños y una mitología inventada sobre demonios (Casi-vampiros) en la India más rural. Para ser india, resulta todo un descubrimiento, tal y como nos comenta Mike Hostench en la sesión de preguntas con el director posteriormente, en la que éste se revela como fan de los Ramsey Brothers y nos confiesa que ha querido volver a su estilo en la actualidad, aunque éste sea un género muy minoritario en su país y se trate de una propuesta muy arriesgada.

 

Festival de Sitges
Assassination

Y ya acabamos el entre semana el jueves, con otra película a la que le teníamos bastantes ganas y que no nos defrauda, Assassination, una historia coreana de tramas de lealtad y traición, de espías y contraespías durante la ocupación japonesa de China; con una ambientación muy cuidada, una buena música, grandes escenas de acción, una historia suficientemente tramada y muchos personajes, pero muy bien definidos; perfecta para olvidarse de todo unos momentos.

Para rellenar el hueco que teníamos entre película y película, entramos a ver otra coreana (The piper), esta vez también ambientada en la guerra, pero en la lucha de corea contra los comunistas chinos, aunque esto es sólo la ambientación y la película en realidad es una versión del flautista de Hamelín, con una primera parte bonita, agradable y despreocupada y una segunda partes algo más sangrienta y violenta; nos parece poco original y una manera de buscar sangre sin saber muy bien como redondear la historia, con excusas para todo, pero nos entretiene un poco.

Y acabamos el día con lo último de Shin’Ya Tsukamoto, Fires on the plain; el remake de la película y el libro con el mismo nombre, una manera muy personal y peculiar de ver la guerra, mostrándonos un punto de vista que no habíamos visto nunca en el cine, todo un infierno en la tierra con la maximización típica de todo que siempre nos muestra Tsukamoto, formado de una interpolación de imágenes y sonidos difícil de asimilar y volviéndose desagradable y hasta impactante en los ojos del espectador.

 

Y hasta aquí nuestra semana de escapadas, el sábado volvemos a la carga con un día entero de festival.

 

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