Inicio del Festival de Cinema Fantasic de Cataluña en Sitges, la verdad es que ya llevamos unos cuantos y ya estamos bastante acostumbrados a cada año lo mismo, eh! Que no por eso estamos diciendo que no nos guste…

 

Pues el primer día no falla, un viernes por la mañana, todo el pueblo muy tranquilo en general, bastante soleado, llegamos pronto y nos da tiempo de dar una vuelta por la playa, ver los chiringuitos que ya han abierto en el mercadillo, hacer las primeras compras de películas antes de que se agoten, reencuentro con los viejos amigos festivaleros, besos y abrazos para todos, un primer día de no muchas películas, para no empezar cansados, pero con muchísimo cine oriental; y es que este año, con nuestro afán de intentar ver todo el cine asiático extremo (cosa imposible por horarios), no vamos a ver casi ninguna película occidental.

 

Y empezamos el día muy fuertes, con la película A train to Busan, o la más reciente visión del Apocalipsis zombi por parte de los coreanos; una visión que se centra en un ámbito muy reducido, concretamente en un tren en el que viajan un padre y su hija, además de otros pasajeros. Una película muy coreana en todos los aspectos: con momentos de mucha tranquilidad y otros de mucha intensidad, con su ánimo moralista, con sus personajes arquetípicos, etc. pero muy cañera también.

 

Y seguimos el día con algo un poco más tranquilo (que no por eso es malo), The age of shadows, la última película de un director coreano muy querido por nosotros Kim Jee-Won (The good, the bad and the weird, I saw the devil), que esta vez nos trae un drama histórico, muy metido en la resistencia coreana como respuesta a la invasión japonesa; una gran película a nivel visual, musical, interpretativo, una historia bien tramada… había algunos que se quejaban de la poca acción o de su larga duración, pero a nosotros nos ha parecido muy interesante.

 

Ya en la primera noche noche, y como ya viene siendo habitual en este festival, tenemos la muy esperada por nosotros Japan Madness que nos trae a los cine de Sitges las últimas locuras japonesas, las más extremas, aunque la verdad es que, a nuestra opinión, este año la Japan Madness ha sido un poco más floja de lo habitual, eso sí, empezando por un plato fuerte muy recomendable, presentado muy graciosa y agradecidamente por su director Kurando Mitsutake y sus dos actores Hayate y Mana Sakura; Karate kill es una película de serie B gamberra, violenta, sangrante y sexy, que más podríamos pedir, todo un acierto, la única pena es que no haya venido con ellos Asami Sitges.

Seguimos con la segunda parte de una live action que empezamos el pasado año en este mismo festival: Assassination classrom: Graduation, que para los que no vieron la primera, les pilló desprevenidos y les hizo mucha gracia al principio (luego se cansaron un poco), y para los que ya habíamos visto la otra nos pareció bastante más soso en todos los sentidos.

Y para acabar, otro live action: Hingajima: Vampire island, que fuimos a ver sin haber visto la primera parte y como tampoco tiene final a la espera de una tercera entrega, entre lo mala que es la película y un argumento a medias, nos quedamos algo decepcionados.

 

Y así acabamos un día bien completo a la espera del siguiente.