Festival de Sitges 2011 – quinto día

El quinto día en el Festival de Sitges 2011 se presentaba un poco cansado, entre el sueño que llevamos acumulado y que hubo que despertarse pronto para un pase matinal, no sabíamos ni qué hacer; pero eso si, sin arrepentirse de nada.

Empezamos el día con un thriller de Hong Kong, Revenge a love story, del que nos habían contado grandes cosas y que podía ser un bombazo, pero después de verlo nos damos cuenta de que no tiene mucho especial, que podría ser uno más, aunque si que le admitimos algunas cosas buenas que ya leeréis en su reseña de aquí unos días en nuestro blog.

Aprovechamos un momento de descanso para entrar en el Auditori a ver una película americana que nos hacía gracia Bellflower, de la cual preferimos no contar nada porque no somos especialistas en este tipo de cine, sólo decir que es una pretendida road movie de adolescentes americanos bastante sosos y sin ningún argumento ni sentido especial que la haga destacar.

Milocrorze
Milocrorze, la sorpresa del día

Mientras tanto, los amigos de Cine Asia y Asiateca se encontraban toda la mañana de entrevistas, y pudieron intercambiar impresiones y preguntar todo lo que querían a personalidades del cine asiático cómo Tony Ching (The sorcerer and the white snake) o Na Hong-Jin (The yellow sea); esperaremos que publiquen pronto estas entrevistas para conocer más detalles.

Ya por la tarde, otra live action movie japonesa: Smuggler, una película sin demasiadas pretensiones, tan sólo entretener al público, y la verdad es que lo consigue, sin complicarse demasiado nos ofreció una buena dosis de acción, humor y artes marciales, acompañado por unos cuantos litros de sangre.

Y cómo sesión golfa del día, nos permitimos el lujo de ver Invasion of alien bikini y Milocrorze, sin saber casi nada de la una ni de la otra. La primera se presentaba muy bien por el título, y tiene un principio bastante gamberro, con buenas luchas y promesa de erotismo y humor descabellado; pero al cabo de media hora se convierte en un drama de autor, sin mucho sentido y muy lento; en fin que ni tiene invasiones, ni muchos aliens ni salen bikinis. En cambio Milocrorze que eran tres historias de amor, nos llegó a sorprender por su vitalidad y su gran sentido del humor, con Takayuki Yamada (Crows) y unas situaciones hilarantes en las que en el cine Prado sólo se oían risas y aplausos.

Esperando al sexto día que será un gran día dónde veremos las películas asiáticas más esperadas de todo el festival.

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