El séptimo día en el Festival de Sitges 2011 lo tuvimos que tomar un poco con calma después de un día anterior tan intenso y lleno de cine asiático; este día también hubo alguna película asiática destacada, pero al ser festivo, el festival se basó más en ofrecer cine español y más comercial para todo el público general que asistió.

Sin embrago, pudimos ver la segunda parte de Gantz, Perfect answer, que dejó maravillados a muchos y solventó el problema de haberse quedado a medias dos días antes. Igual que en la primera parte, el Auditori del Hotel Melià se llenó hasta su máximo aforo en este pase satisfaciendo a casi todo el público. Nosotros ya os habíamos reseñado esta película hace poco, así que con ello os dejamos.

Nos quedamos en el Auditori por una curiosidad que teníamos, y era ver la película Apollo 18, que nos habían comentado que era el nuevo Aliens, nada más lejos de la realidad, un mockumentary más de los que están tanto de moda, con muy poca tensión, tan solo algún susto y unos monstruos que ni siquiera lo parecían, a pesar del cine lleno, a nosotros nos dejó indiferentes.

Y ya por la noche, nos atrevimos a la sesión de Kaidan classics, esperando ver las clásicas historias japonesas de fantasmas y sucesos extraños pero versionadas en la actualidad; sin embargo nos encontramos con una primera historia incomprensible e infumable (más para hacer un poema que un episodio televisivo), y con otras tres partes más bonitas y con historias algo más entretenidas, pero siguiendo sin ver el terror por ninguna parte, tan sólo una serie de episodios japoneses sobre distintas temáticas.