Siguiendo con el ciclo Kung fu girls, que pudimos disfrutar este año en el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic; hoy vamos con la reseña de otra de las primeras del género en los años ’80: Iron angels, una película de Hong Kong llena de acción y que representa, más o menos, una copia de las famosísimas Ángeles de Charlie, sólo que esta vez con dos chicas y un chico y unos actores mucho más capaces para las escenas de acción y sobretodo de artes marciales.
El argumento es bien simple y típico, después de una gran redada en Mekong dónde la policía acaba con toda una célula de un grupo de narcotraficantes y les quema toda la plantación de droga, éste grupo (liderado por una guapa, pero peligrosa japonesa) decide tomar dos acciones para solucionarlo: vengarse de todos los policías que les fastidiaron y recuperar todo el dinero perdido, pero el gobierno contrata a un grupo de mercenarios llamados Angels (el comandante, un tipo duro, una chica de kung fu y otra chica más sexy) para acabar el trabajo. La banda de criminales empieza cogiendo todos los agentes que intervinieron en la operación y los va matando o torturando uno a uno, con lo que los Angels tendrán que localizar la guarida y salvar a los que aún puedan; no podrán capturar a la líder, pero se enterarán de un plan de robo para recuperar el dinero y, después de algunas averiguaciones y descubrir en qué consiste el plan, se dispondrán a saboterarlo y capturar a la líder de la banda de manera definitiva.
No nos entretendremos mucho con esta reseña ya que, aunque es una película con mucha caña, es más bien simple y con poco que comentar.
Empezaremos diciendo que es la típica película ochentera, con toda la imagen, música, estilo, etc. clásicos de la época, pero con una ambientación bastante oscura, como si quisiera ser una de las películas más violentas de la década en vez de situarse dentro de las películas familiares para todos los públicos (tal y como hacían los originales Angeles de Charlie); así que para nosotros tiene un eliciente añadido, y es que no le faltará el extremismo que vamos buscando en todo el cine asiático.
Cuando hablamos de ambientación oscura no os imaginéis un Batman o algo así, simplemente nos referimos a que es más violenta y seria de lo que solían ser las películas de esa época, sin nada de humor (quizás un poco en la última escena de conclusión, sólo) y tomándose cada escena como un posible ataque o peligro, empezando por una música de sintetizador que nos puede llegar a poner los pelos de punta, con unas ambientaciones sin nada de luz (aunque sea de día) y unos personajes muy viciosos.
Además, toda la acción y violencia de la que os hablamos, no pasa tanto por unas artes marciales bien coreografiadas, sino que aquí se estilan mucho más los tiroteos y explosiones; de hecho no vemos ninguna pelea con cara y ojos hasta la de las dos chicas al final. Y no tendremos unas escenas de acción limpias e impresionantes, si no que, a causa del presupuesto gastado y de la ambientación de la película, todo será bastante realista, sin efectos especiales destacables, pero con mucha sangre y dolor, incluyendo incluso escenas de tortura y mutilaciones innecesarias.
El ritmo de la película es un no parar, aparte de unas escenas introductorias de personajes al principio de la película, se compone básicamente de tres acciones con el mismo esquema: un poco de investigación, infiltración en el bando enemigo y lucha final para poder escapar, así que en todo momento tendremos algún tipo de acción en pantalla.
Los protagonistas destacables son Moon Lee (Zu warriors, Mr. Vampire) muy guapa y con un buen estilo peleando y Alex Fong (One night in Mongkok, Overheard) con una muy buena presencia también en pantalla; pero quien de verdad le da calidad a la película es Yukari Oshima (Millonaire’s express, Riki-Oh) interpretando a una perfecta villana, con mucho vicio y maldad y aportando un nivel superior a su personaje.
En definitiva, otra película de Hong Kong de los ’80 de Girls with guns, pero en esta ocasión prescindiendo un poco de las artes marciales y basándose mucho más en disparos y explosiones, añadiendo un nivel extra de violencia a la película que la hace no apta para todos los públicos (quizás la más extrema de la retrospectiva).
- Lo mejor de la película:
Yukari Oshima está espectacular, definiendo un personaje a lo bestia.
- Lo peor de la película:
La secuencia de escenas policíacas poco cohesionadas en un buen guión.
https://www.youtube.com/watch?v=HHANUdGtZ4A