Uno de los principales atractivos para los fans del cine asiático extremo este año en el Festival Nits de Cinema Oriental era sin duda la película japonesa Ninja vs shark, un film que había despertado mucha expectación en su promoción y antes de su estreno, incluso fuera del círculo de amantes del cine asiático, pero sobre todo por su título y su portada, recordando a las típicas cutre producciones de Asylum de tiburones (véase Sharknado, Sharktopus, 2 headed shark attack, etc.) que hace poco estuvieron tanto de moda (entre el círculo de fans del cine cutre). Al final, una vez vista la película y con pocas esperanzas de que se pueda ver en algún sitio que no sea este festival, podemos afirmar que nada más lejos de la realidad y que ésta no se parece en nada a la última ola de shark movies; sin embargo, nos ha parecido mucho más que entretenida. La película forma parte de las primeras producciones de la recién nacida Yabai-ze!, de la que ya os contaremos más adelante.

La historia sucede en la era Edo, en un pueblo pesquero de Japón. Un grupo de delincuentes está asediando el pueblo, por lo que los ancianos del lugar van a buscar ayuda para hacerles frente; el elegido es un tipo muy duro sin pasado, alguien que ya ha hecho otros encargos similares, pero que no tiene reparos en cobrarse lo que le deben por su cuenta si el pueblo no tiene cómo pagarle. Al investigar un poco, el tipo descubre que los malos no son unos villanos corrientes, sino que los lidera un demonio sobrenatural que se vale de trucos ninja para controlar a un tiburón gigante que impida a los aldeanos adentrarse en el mar para recolectar ostras (su principal fuente de ingresos), a la vez que les exige perlas como pago y sacrificios humanos periódicos para saciar su apetito y conservar su juventud. No sólo eso, sino que el tipo también se verá asediado por su pasado, cuando una ninja lo busque para vengarse de lo que hizo cuando él también era un ninja; al final deberá usar toda su fuerza, sus ares marciales y sus trucos ninja para deshacerse de todos sus atacantes.

En realidad, esta historia clásica bebe mucho de Los siete samuráis que de las películas cutres sin guion ni más propósito que hacer algo barato para que sea rentable; pero actualizada, puesta en el contexto de una película de pura acción y con alguna bizarrada que otra metida por en medio. Y hablando de bizarradas, después de toda la publicidad y las expectativas y al ser una producción japonesa para un público tan especializado, la gente pensará que puede ser una de las películas más bizarras del año; pero no es así, se trata de una película de acción fantástica al estilo ninja, sí es verdad que es algo de Serie B, también es verdad que hay mucha fantasía y algo de locura, con algún personaje fuera de lo normal y por último, sí que hay una escena final del ninja matando al tiburón gigante con una katana que todos esperábamos; pero en general, con otro título y sin tiburón de por medio, la película no habría cambiado tanto, la intención y el resultado habrían sido exactamente los mismos.

El estilo nos ha recordado algunas viejas películas de ninja japonesas de los ’90, no esas bizarradas de los ’70, ni las tan comerciales de los ’80, sino esas películas llenas de acción, con una historia sencilla, pero interesante y efectiva, que bebían mucho del wuxia y que se basaban en historias de amor escondidas entre grandes escenas de acción o en el típico Camino del héroe, pero siempre con sus luchas de katanas y coreografías de lujo; lo único que aquí se le ha intentado dar un añadido en forma friki-bizarra, con los elementos que más han triunfado en el cine cutre internacional: incorrección política (con violaciones, desprecio por la gente pobre, etc.); por supuesto, tiburones; muchos efectos especiales (y aquí tiene cabida cualquier truco ninja que os podáis imaginar); un malo demoníaco; chicas guapas y ligeras de ropa; trajes ninja estilizados y poco prácticos, mucha sangre y violencia (y esto es lo que la hace diferente), alguna escena muy bizarra, etc.

La cinta es corta, llena de acción, sin mucho lugar para descansos o para alargar mucho una historia que en realidad es muy sencilla, con un buen ritmo, sobre todo en su segunda mitad… y las escenas de acción nos han convencido, no al estilo coreografía de Hong Kong, sino más basándose en una filmación que no muestre mucho, pero sea muy rápida y en los efectos especiales; todo aderezado con una buena cantidad de sangre y un poco de violencia innecesaria… todo lo necesario para pasar un buen rato.

En definitiva, para los amantes del cine de katanas y ninjas, es una película excelente para pasar un buen rato (dentro del cine de Serie B), los amantes del cine asiático extremo tampoco quedarán decepcionados (no es extremadamente extrema, pero tiene sus puntazos); pero los amantes del cine cutre y de tiburones, no encontrarán lo que buscan, quizás es demasiado película para ellos.

• Lo mejor de la película:

Un conjunto que funciona perfectamente.

• Lo peor de la película:

Esperar una película de tiburones.