La película que os traemos hoy no es nada extrema, más bien es una comedia de situación, sin embargo al tratarse de cine japonés y no ser el típico cine de autor o melodrama o romántica, podemos decir que nos lo hemos pasado bastante bien viéndola; también teniendo en cuenta que se acerca el festival Les nits de cinema oriental en Vic, os queríamos mostrar la que fue ganadora del pasado año. Se trata de Kazura (La peluca), una divertida historia que nos muestra perfectamente formas de ser y de vivir en Japón, eso si, todo un poco exagerado.

Trata sobre un hombre muy tímido y con un pequeño problema de calvicie heredado de su familia; él vive en un pueblo y trabaja en una empresa constructora, aparte de su familia y su trabajo no tiene mucho más en la vida. Pero todo cambia el día en que lo destinan a trabajar a Tokyo para un gran proyecto, una de las primeras cosas que ve es un anuncio de pelucas, y decide cambiar completamente su vida empezando por su aspecto. Después de mucho buscar, va a parar a una pequeña tienda de pelucas, con no muy buena pinta, pero dirigida por un tipo muy peculiar (algo así como un Elvis Presley japonés) que le promete un precio y servicio excelentes. A partir de entonces, su vida empieza a cambiar, triunfando en el trabajo e incluso conociendo y empezando a salir con una chica, pero también tiene más preocupaciones y es que no quiere que nadie se entere de que lleva peluca, y eso es algo difícil. Al final le pasará de todo e incluso encontrará mucha gente como él que le apoyaran para conseguir sus objetivos.

No nos vamos a extender mucho con la crítica, porque como ya hemos dicho no es la película que solemos reseñar en este blog, tan solo algunos apuntes.

Para empezar, la película no tiene demasiadas pretensiones, su objetivo es simplemente el de dar un poco de entretenimiento y algo de diversión a quien la vea, así que ni usa grandes presupuestos, ni efectos especiales, ni actores muy conocidos, ni nada de esto, se basa solo en un seguido de situaciones divertidas y algunas hasta absurdas.

También podemos ver las diferencias entre la vida en los pueblos y en las grandes ciudades de Japón, entre distintos tipos de gente y clases sociales, etc. cosa que se agradece para dar un poco más de sentido al argumento.

El director, Renpei Tsukamoto ya había hecho antes algunas comedias, por lo que tiene algo de experiencia, también es el responsable de Llamada perdida 2 y de algún J-drama; pero en este caso no destaca mucho, simplemente hace una película poco convencional pero sin intención de impresionar.

El que si que nos ha gustado, más por el personaje en si que por el actor que lo interpreta, es el vendedor con estilo Elvis (Kazuki Otake), que se ve que forma una pareja cómica habitual con el protagonista (Mazakazu Mimura).

En definitiva, una película sin muchas pretensiones y con un solo objetivo que creemos que cumple perfectamente, que es el de hacer soltar alguna risa al espectador.

• Lo mejor de la película:

Ideal para un día de aburrimiento, divertida y entretenida.

• Lo peor de la película:

No creáis que es extrema porque esté en nuestro blog.