No suele ser muy normal que en festivales de cine encontremos películas como ésta, pero la película que os queremos recomendar hoy es en realidad un porno suave de colegialas japonesas sexys, se llama The torture club y tuvimos el placer de ver este pinku en el Festival de Sitges, no es una gran película, ni siquiera tiene mucho argumento, pero seguro que satisfará a todos los pervertidos y otakus. En realidad es la adaptación de un hentai (manga erótico) y se nota mucho tanto por su estructura como por su imagen y sus perversiones.
El argumento no es gran cosa, una chica entre nueva en un instituto de alta categoría e inmediatamente es fichada para un club de extraescolares, pero este club es el club de la tortura en el que las chicas aprenden a torturas sexuales (tanto a darlas como a recibirlas) en teoría para poder llegar a ser espías, soldados o algo parecido. Al principio la protagonista no se cree lo que le está pasando, pero se adapta fácilmente gracias a la jefa del club, de quien está enamorada, y a que aunque no lo sabía, tiene unas aptitudes especiales para este tipo de actividades. Las torturas sexuales y las experiencias lésbicas van evolucionando durante la película volviéndose más fuertes cada vez para lograr que la protagonista gane el concurso anual de torturas.
No nos alargaremos mucho con el comentario de esta película, porque tampoco hay demasiado que contar: jóvenes colegialas japonesas monísimas, escenas eróticas bastante subidas de tono y poco más; pero eso es justamente lo que quiere ver mucha gente, no tienen necesidad de incluir un argumento o de dar algún tipo de justificación.
Eso sí, como podréis imaginar, al ser una película japonesa y ni siquiera estar clasificada como AV, tampoco podemos decir que es pornografía de la que estamos acostumbrados en Europa, sino que lo veremos mucho más suave de lo que los japoneses piensan. Incluso algunas de las escenas de tortura nos pueden parecer muy graciosas, mezclando el pudor japonés y el no querer enseñar demasiado con las actuaciones de las chicas, que tampoco son muy buenas que digamos, aunque entre ellas podemos encontrar a Noriko Kijima, que ha participado en películas como The machine girl o ha sido protagonista de su spin off Shiny machine girl.
Así destacaríamos escenas como la de la falsa cámara de torturas medievales europeas (no se que se piensan los japoneses, que aquí éramos todos de la inquisición…) o la de la tortura con gusanos, todo bastante divertido para nosotros, aunque supongo que más sexual que divertido para el público nipón.
En definitiva, que si queréis ver una película de colegialas japonesas con alto contenido sexual, lésbico y sado-maso, ésta es la vuestra, pero no esperéis ni que sea muy fuerte ni que tenga nada más que esto.
- Lo mejor de la película:
Que lo festivales se estén decidiendo a proyectar películas como ésta o Girl’s blood.
- Lo peor de la película:
Que la gente espere algo de ella que no sea diversión.