Hay años en los que el splatter japonés pasa inadvertido en España, pero no se si se debe estar poniendo de moda otra vez o qué, pero este año hemos tenido la oportunidad de ver las dos películas que ha rodado nuestro maestro Noboru Iguchi en pantalla grande; y en esta ocasión hemos visto Live, muy en su estilo, ese en el que mezcla como nadie lo hace, sangre, gore, humor, sexo… y no produce una obra maestra, pero si algo muy divertido, digno de las mejores películas de katanas y colegialas que a nosotros tanto nos gustan.
La historia empieza con un chico que recibe una llamada y un video de alguien que tiene a su madre secuestrada y que la matará a no ser que cumpla sus condiciones; el secuestrador es un fanático de un libro llamado el triatlón de la muerte y quiere hacerlo real usando a su víctima. El chico empieza a leer el libro y a seguir las pistas que encuentra para completar la carrera, pero se da cuenta de que hay mucha más gente implicada de la misma forma (aunque él tiene ventaja porque se llama igual que el protagonista). Así, todos los participantes se juntarán y seguirán las pistas para salvar a sus seres queridos, aunque serán ellos los que vayan muriendo poco a poco por ser los últimos en completar alguna etapa, por no respetar las reglas, o simplemente por ser los más débiles. Habrá tres protagonistas que son el chico del principio, otro que le seguirá y una chica mona que irá con ellos; no irán con el resto del grupo, pero podrán superar las pruebas, y al final los participantes restantes tendrán sus propias armas para poder matarse entre ellos y que acabe uno solo.
Estamos acostumbrados a las películas anteriores de Iguchi en la que toda la trama y el desarrollo era una auténtica locura, sin pensar en nada más que en el divertimento, con una historia sólo concebible por las mentes japonesas más perturbadas; sin embrago en esta ocasión nos ha sorprendido por hacer una película al menos con algo de lógica; y no decimos que esté dejando de lado todo su salvajismo, humor y sexo, que aquí están tan presentes como en cualquiera de las otras, sólo que al menos esta vez ha querido seguir un guión con pies y cabeza, extraído de un conocido libro japonés (el mismo que aparece en la película) e incluso ha mejorado su forma de filmar algunas escenas algo más “normales” y sobretodo de contar la historia sin perderse en detalles alocados, pero fuera de contexto.
Como ya os comentábamos, si sois tan fans de Iguchi como nosotros, no os preocupéis demasiado por este primer párrafo, que aquí podréis encontrar todo lo que buscamos en una película suya, desde sangre, muertes, decapitaciones, gore y destrucción en cada una de las escenas, con armas brutales, accidentes imprevistos o villanos malísimos; hasta mucho sexo insinuado, empezando por el cambio de ropa en los vestuarios y la chica que va enseñándolo todo, pasando por todas las escenas de correr o ir en bicicleta a cámara lenta y enfocando las partes de las chicas más sexys, o incluso con las guerreras patinadoras en bikini con ballestas; y sobretodo, como siempre, mucho humor, aunque sea un humor de ese japonés algo absurdo e infantil, con las bromas más estúpidas que pueda haber, pero con el que no puedes parar de reir.
Como siempre en estos casos, se trata de una película de bajo presupuesto, y eso se nota mucho sobretodo en los efectos especiales, aunque por suerte, existe Yoshihiro Nishimura que es capaz de hacer lo máximo espectacular posible con el mínimo dinero y que alegra todas estas películas; también todos los actores son muy jóvenes y novatos, pero en verdad tampoco es que se necesiten unas grandes dotes interpretativas para hacer esto, con exagerar todas las expresiones ya tenemos suficiente, podemos exceptuar a Asami, musa del director y que aunque sea brevemente aparece en todas sus películas. Pero aunque se cuenten con tan pocos recursos, no cabe la menor duda de que se ha conseguido cumplir el objetivo de esta película: hacer algo muy divertido e impactante, con un ritmo tremendo que no para ni un minuto y con muchos guiños para los fans de este cine (Battle royale, Machine girl, Ichi the killer…).
Poco os podemos decir a estas alturas de su director Noboru Iguchi, quien nos gustaría ser si fuéramos directores de cine, creador de salvajadas como Sukeban boy o Dead sushi, todo un referente para katanas y colegialas y del que nunca nos cansamos.
En definitiva, pues un gran splatter de Iguchi, perfecto para todos sus fans y desastroso para los que busquen una buena película bien hecha, aunque aquí se nota un paso adelante del director.
- Lo mejor de la película:
Absolutamente delirante, pero nos quedamos con la chica de la motosierras.
- Lo peor de la película:
Quizás nos falte una protagonista con el carisma de Asami o Rina Takeda.
https://www.youtube.com/watch?v=a8rDhMQWfw0
donde puedo encontrar la pelicula?
De momento difícil, está pasando por festivales, habrá que esperar un tiempo o irte a Japón, ya avisaremos cuando esté por Europa