Hemos tenido la oportunidad de ver Shockwave gracias al Festival  Nits de Cinema Oriental, la última película de Andy Lau (como protagonista, pero también en la producción, que últimamente se hace las películas que él quiere) que prometía grandes emociones en forma de acción típica de Hong Kong, pero con unos grandes presupuestos; además todo dirigido por Herman Yau en la que quizás haya sido la mayor producción de toda su vida (en términos económicos, claro). Después de toda la expectativa creada, esperábamos otra cosa y nos acabó desanimando un poco, pero no por eso es una mala película.

La trama no es más que la típica historia de terroristas mezclada con la típica historia de desastres naturales. Todo empieza con un policía infiltrado en una banda de terroristas expertos en explosivos, pero antes del golpe final, el policía da el chivatazo y la banda se entera de qué era un infiltrado, por lo que huyen, quedando uno de los dos hermanos que lideran la banda libre, pero el otro en la cárcel. Al cabo del tiempo, cuando el protagonista ya ha sido galardonado y tiene una vida más o menos tranquila se vuelve a encontrar con el tipo de bombas que ya conocía, lo relaciona con la banda y acaba descubriendo que han bloqueado un túnel con todo el tráfico que había dentro como rehenes y lo han llenado de explosivos. El líder de la banda está buscando venganza y su objetivo es el de liberar a su hermano y matar al policía que lo puso en la cárcel, pero el protagonista tendrá que utilizar todas sus dotes como negociador, psicólogo y hombre de acción para poder tratar con ellos primero, pero acabar tomando el túnel por la fuerza al final, cuando nada más funcione.

Sin duda se trata de una película de pura acción y entretenimiento simple, sin ninguna pretensión más que ofrecer algo típico de Hong Kong y quizás recordar algunos de los clásicos tanto del cine de desastres (túneles colapsados, la gente que se ha quedado en el interior desesperada, algún héroe ocasional…) y del cine de terroristas (policías infiltrados, venganzas, planes ocultos, resentimientos personales…); pero en realidad sólo es el aspecto y las tramas, nada tan remarcable como para afectar a nuestra nostalgia o recordarnos un tipo de cine que podíamos tener olvidado.

En la parte de ejecución, no tenemos ninguna queja, al contar con un buen presupuesto todo tiene muy buena pinta, excepto algunos efectos especiales de disparos que se ven muy digitales y alguna explosión que chirría un poco; pero el resto se deja notar que se ha querido tener muy en cuenta la imagen y la espectacularidad, no sólo con una fotografía más que correcta, sino con un buen acierto en los planos y escenas clave de la película y en unas secuencias de acción que no son rompedoras ni nada del otro mundo, pero que cumplen perfectamente con su función de buscar una película potente.

Quizás el mayor problema esté en la narración, no sabemos si es por contar una historia típica y previsible o por tener un director que está acostumbrado a ir mucho al grano, a tener que contar muchas cosas en una hora y media, y tener que hacerlo rápidamente y manteniendo el ritmo (no sólo de acción, pero sí de interés en la historia), aquí se trata de algo tan simple, que sobra tiempo de metraje y que éste se utiliza tan sólo para lucimiento y promoción de Andy Lau como actor (por algo produce él mismo la película), así se pierde mucho tiempo en cosas que no interesan al espectador en vez de intentar buscar una historia o personalidades de los personajes más profundas o en dar muchas más escenas de acción.

Por supuesto, Andy Lau (Firestorm, From Vegas to Macau) aunque esté un poco mayor y con la cara encartonada de sus operaciones, sigue cumpliendo perfectamente el papel de héroe de acción y lo quiere demostrar en cada uno de sus trabajos actuales; pero aquí, el que destaca realmente como actor es Wu Jiang (A touch of sin, Wuxia), sin él, la película no habría sido lo mismo.

Y en la dirección, se nota que Herman Yau (Ebola syndrome, The untold story) se nota que no está acostumbrado a este tipo de películas, sino a sacar el máximo provecho de su imaginación en vez de seguir unas instrucciones para un blockbuster al uso.

En definitiva, una película de acción muy entretenida y con algunas escenas de acción realmente buenas, pero como muchos blockbusters, predecible, sin mucha gracia y fácilmente olvidable, perfecta para ver en momentos bajos.

• Lo mejor de la película:

La escena final de acción es espectacular.

• Lo peor de la película:

Que desde el principio ya puede ver cómo acabará la película, aunque no sea el típico final.

https://www.youtube.com/watch?v=qIQlLZWmcGw