Hoy tenemos para todos vosotros otro Bollywood de esos que tanto nos gustan, no es una novedad, pero sí bastante reciente, así que seguro que os gusta ésta reseña. La película es Simmba y es otra de esas películas indias de policías, corrupción, etc. con un protagonista mazas y carismáticos que puede con todo. Quizás ya hemos visto muchas películas parecidas, pero de momento sigue gustándonos este subgénero, sobre todo cuando es lo suficientemente bestia y ésta no está nada mal.

Como siempre, la historia empieza con un niño de clase baja que se busca la vida como puede, hasta que ve cómo viven los policías corruptos, que tienen todo el poder y todo el dinero que quieren, así que decide que de mayor quiere ser como ellos. Cuando crece y se convierte en un buen poli corrupto sin problemas, tiene a todo el mundo en el bolsillo y consigue que lo manden a Goa, dónde el crimen es mayor y por tanto los sobornos también; pero allí hay un líder criminal que es casi intocable, que regenta los clubs, tiene el monopolio de las drogas, etc. Lo primero que hace Simmba es meterse con este criminal para hacerle ver que ya está allí y que tendrá que pagarle bien, así establecen una relación y todos contentos. Todo bien hasta que Simmba conoce a una chica que hace de profesora de niños pobres, y es entonces cuando se entera de que el criminal usa a estos niños para transportar droga, la profesora se intenta involucrar y pararlo y todo acaba mal, con lo que Simmba se enfadará, dejará la mala vida y se volverá un buen poli, acabando con toda la corrupción y el crimen de la ciudad.

La verdad es que no es una de las mejores películas que hemos visto de este estilo, mucho más cuando nuestro primer referente fue Dabangg (de lo mejor que se puede hacer), pero es bastante entretenida y tiene todos los elementos necesarios: humor, acción, música, bailes, color…

Como siempre, es una película perfectamente separada en dos partes: la primera muy cómica, con un humor bastante infantil y ridículo, más llevado por el protagonista, su manera de hablar muy rápido, algunas yoyas que se van escapando y algún chiste fácil que por otra cosa. En la segunda parte, la película da un giro radical y se vuelve algo más seria (tampoco sin exagerar), empezando en cuanto aparece la trama de los niños y las drogas y cambiando al personaje principal por completo, volviéndolo no sólo una buena persona, sino que además preocupado por la sociedad y concienciado de hacer lo mejor que pueda. En esta segunda parte también empieza la acción de verdad, que va de menos a más, con un final apoteósico, muy por encima del resto de la película.

SPOILER – Y es que durante toda la película se hace referencia a Singham (ya sabéis, el policía de esa película de Bollywood que luchaba contra la corrupción), y en la escena final de la película aparece el mismísimo Ajay Devgn para ayudar al protagonista, repartiendo hostias por doquier.

A parte de eso, poco más podemos decir de esta película que no hayamos dicho en otras reseñas de películas de Bollywood: una música excelente, un espectáculo garantizado y todo hecho a lo grande, quizás en esta ocasión con un poco menos de presupuesto que otras grandes producciones que hemos visto, pero sin duda tampoco se trata de una película menor.

Quizás lo que menos nos ha convencido ha sido su protagonista Ranveer Singh (Padmavaat, Gunday) porque tiene aquí un papel demasiado cómico, tal vez entendiéndolo en hindi gana mucho y hace gracia de verdad, pero para nosotros se nos ha hecho un poco pesado al principio.

En definitiva, otra de esas películas de Bollywood con un gran policía como protagonista; no es de lo mejor que hemos visto ni por asomo, pero es bastante entretenida, y con un final de traca.

• Lo mejor de la película:

El final y la aparición estelar.

• Lo peor de la película:

No nos suele gustar, pero nos se nos ha quedado corto el típico romance.