The roundup, otro festival de mamporros coreanos

The roundup

Hace un par de años ya pudimos ver en el Festival de Sitges una película coreana llena de acción que nos encantó: The outlaws; la película tenía un gran protagonista y nos adentraba en el mundo de las mafias coreanas a base de hostias. Este año hemos podido ver en este mismo festival la segunda parte de la película: The roundup, con el mismo espíritu canalla, lleno de acción (o más bien de hostias) y una temática muy parecida, con los mimos protagonistas (en la parte policíaca) pero que representa una continuación no seguida, sino otra historia un tiempo más tarde que no tiene mucho que ver, así que podéis ver esta segunda parte sin ninguna necesidad de haber visto la primera.

The roundup
Un tío muy duro

El protagonista vuelve a ser el mismo poli durísimo, inquebrantable y sin ningún tipo de tacto de la primera parte, y lo vemos en una primera escena de amenaza con rehenes en la que derriba al villano a golpes de puño. En su unidad en contra de los crímenes violentos, descubren un criminal coreano que reside en Vietnam y se dedica a estafar a los ricos coreanos que residen en ese país; el detective, junto con su capitán viajan a Vietnam, en apariencia para unas buenas vacaciones, peo en realidad para buscar y capturar a este criminal. Todo empieza liadísimo, cuando los dos policías ni siquiera pueden entenderse con los locales, y mucho menos ponerse a investigar por su cuenta; pero poco a poco, y con la ayuda de algunos viejos amigos, irán descubriendo cosas y darán con el último caso del criminal que buscan, quien acabó matando a su víctima (un niño de familia rica Coreana), secuestrando al padre (un tipo muy importante) y ahora es la madre quien tiene en sus manos el rescate, pero es una tipa durísima y querrá capturar al criminal por encima de todo, así que le irá perfecto haber encontrado a un poli como este.

De nuevo, como en la primera parte, nos encontramos con una película dura, llenísima de acción y de puñetazos, con el estilo inconfundible que caracterizó a la primera parte, un Ma Dong-Seok (Don Lee internacionalmente) salido de madre y dando porrazos a todo el mundo con el estilo clásico de Bud Spencer, sin nada de armas de fuego, etc. tan sólo un grandullón repartiendo a diestro y siniestro.

The roundup
Acción a lo bruto

En esta película la trama es lo de menos, sí es verdad que tiene su cosa, tampoco es una película con una historia demasiado simple o de esas que están ya sobreexplotadas, sino que es una historia normalita de cine de acción (medio basada en una historia real), sin demasiados giros ni sorpresas, lo justo para justificar toda la acción que vendrá detrás de ella. El ritmo de la película, lejos de ser frenético, está muy bien, con un principio por todo lo alto, sin parar de sorprendernos con sus escenitas de acción y lleno de humor y de nuevos personajes que van apareciendo en el momento oportuno; y sobre todo con un final muy a lo bestia, bueno lo típico de películas de este género, una super pelea que nos dejará con la boca abierta. Todo con una producción de las grandes, y no es que necesite unos muy buenos efectos especiales ni nada de eso para demostrar el dinero que se han gastado, pero se nota que es una de las grandes producciones en la que se ha invertido mucho y se espera una muy buena taquilla; con una buena dirección y una imagen de calidad.

Como en su primera parte, la mayor gracia de la película es su protagonista, un Don Lee que lo da todo, ofreciéndonos un gran espectáculo de hostias y desprecio hacia los malvados, pero de buen humor y con una gran sobreactuación para que todo quede mucho más desfasado; y aquí está la principal diferencia entre ésta y la primera parte, la poca seriedad del conjunto, entre una historia que no va más allá en ningún momento, y un gran sentido del humor (tanto a nivel de gags, como a nivel de personajes graciosos); cosa que no es mala, sino que nos ofrece otro tipo de película, para nosotros más entretenida y quizás incluso más disfrutable, aunque quizás no sea tan impactante, más para todos los públicos y vendible en el extranjero y, en general, quizás más familiar y capaz de hacer más taquilla.

Aunque cambie el director de la película respecto a su antecesora, no lo hacen sus actores, y así se asegura un poco la continuidad y no que sea una de esas películas que sólo quiere aprovechar la fama de la primera parte con algo que no tiene nada que ver.

En definitiva, si queréis una película coreana llena de hostias y de acción, con mucho sentido del humor, pero hecha con gusto y con bastante calidad, esta es una muy buena opción; recomendada para todos los públicos y disfrutable por casi todo el mundo, todo un acierto.

  • Lo mejor de la película:

De nuevo, su protagonista Don Lee.

  • Lo peor de la película:

Algunos dirán que es un descenso de calidad respecto a la primera parte, pero sólo es un cambio de concepto o de público objetivo.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *