En todos los festivales de cine llegamos a tener alguna pequeña sorpresa, no un peliculón (que eso ya lo tenemos más o menos claro antes de verla), sino una pequeña o desconocida producción que, sin esperarlo, se convierte en una muy buena propuesta y que acabamos disfrutando mucho. En la presente edición del Festival Nits de Cinema Oriental, esa pequeña sorpresa fue Treat or trick, una producción taiwanesa de la que no habíamos oído nada, y que fuimos a ver por casualidad, por horarios, pero de la que no esperábamos mucho (y es que el cine actual en Taiwan ya sabemos muy bien de que suele ir…). Pues al final resultó ser una especie de thriller con mucho humor, enredos y giros de guion, incluso entrando en algún otro género inesperadamente.
Es la historia de un policía corrupto, pero no una mala persona, sino uno que se busca la vida como puede, y lo hace con gracia, así que es un protagonista que cae bien al público; pues éste, después de dar un golpe con un compinche, se llevan un puñado de diamantes, pero el compinche lo traiciona y escapa, con lo que el policía se tiene que enfrentar solo al mafioso al que se los robaron. Éste, en vez de matarlo, le da un ultimátum, deberá encontrar los diamantes y traérselos o uno de sus compañeros perderá la vida, y para eso contará con la ayuda de otro de sus compañeros policías y de un agregado por el mafioso, un tipo bastante peculiar. Juntos seguirán la pista del perseguido hasta una zona rural dónde se encuentra una casa de unos agricultores de arroz; ellos le dicen que no saben nada, pero al investigar, descubrirán que algo raro está pasando en esa casa y no se irán hasta que lo descubran.
Y no podemos contar más del argumento, porque desde aquí se complica bastante la cosa y contároslo sería un continuo spoiler, dejamos que lo descubráis vosotros mismos.
Como ya os hemos contado, la película es muy de guion, pese a tener unas actuaciones decentes y una producción notable (no es necesaria una gran inversión de dinero, pero allí dónde se supone que tiene que haber algo de recursos, los hay); toda la gracia de la película se basa en una buena historia, en unos personajes curiosos y sobre todo en un sinfín de giros de guion y situaciones inesperadas que nos harán reír, no chistes para echarnos unas carcajadas, pero sí un muy buen humor para no dejar de sonreír en toda la película, a parte de algunos puntazos que nos dejaran bastante perplejos.
Como muchas películas basadas en un buen guion, no decimos que tenga nada que ver, pero está claro que su director se ha inspirado en las obras de grandes cineastas como Tarantino, Guy Ritchie, etc. a la hora de crear impactos en la pantalla a partir de esos giros de guion, de hacerlo múltiples veces y de dejarnos todo el rato pensando en cómo acabará la historia (cosa que nunca nos llegamos a imaginar), y todo con muy buen rollo.
Además de ser el thriller que podéis suponer basándoos en nuestro resumen del argumento, la película incorpora otros géneros en subtramas que van dando más chicha a la trama principal, como el terror (insertando la historia de un fantasma tipo Sadako que perseguirá al protagonista todo el rato), un poco de humor absurdo (con la inclusión de algún personaje destinado sólo a hacer tonterías, como el compañero que quiere ser policía y parece un tipo malo, pero es de lo más tonto posible, o todas las peripecias que le pasan al fugado y su final), un poco de acción y hasta artes marciales en algunos momentos claves (incluso violencia y sangre que no esperábamos), etc.
Y muy importante, sabe mantener un buen ritmo durante toda la película; no es que sea una película trepidante, pero no se detiene ni un momento, en cualquiera de sus escenas estamos descubriendo cosas nuevas, viendo situaciones absurdas o preocupándonos por sus personajes.
En definitiva, no estamos hablando de una obra maestra, ni quizás de nada que vayamos a recordar al cabo de unos años, pero sí de una de esas películas con la que cualquiera que la vea disfrutará seguro, con muy buen humor y un guion no lineal muy bien trabajado; puro entretenimiento y diversión asegurada.
- Lo mejor de la película:
Lo que le va pasando a todos y cada uno de los personajes por separado.
- Lo peor de la película:
Pues nada en especial, nos ha gustado bastante.